Las intervenciones asistidas con perros mejoran la calidad de vida de las y los estudiantes universitarios: reducen el estrés, aumentan la sensación de bienestar y favorecen las habilidades sociales. Estas son las principales conclusiones a las que ha llegado el grupo de investigación Pedagogía Adaptativa de la Facultad de Educación -que han sido presentadas este 27 de noviembre en el Hiperaula UCM-, tras desarrollar durante el pasado curso un programa de intervención asistida con perros en el que participaron 53 estudiantes de primer curso de la Facultad. El Programa Compludog, que cuenta con el patrocinio de la Fundación Affinity, es el primero de sus características llevado a cabo en la universidad española. Universidades como Harvard, Yale, Massachusetts o Bristol sí tienen implantados programas similares e incluso han instalado aulas permanentes en sus campus para que estudiantes, profesores y personal puedan reducir su estrés compartiendo tiempo con perros adiestrados.
Compludog nació hace dos años promovido por Diana Peña, estudiante de doctorado de la Facultad de Educación. Ella puso en marcha un primer estudio, que formaba parte de su tesis doctoral en el que participaron estudiantes de Educación, Químicas, Enfermería y Sociología. Junto a su perro Skot organizaba tres sesiones de "trabajo", midiendo a través de una encuesta la percepción de estrés de los estudiantes tanto antes como después de las tres sesiones. Ya entonces los resultados apuntaban hacia una clara reducción del estrés percibido. En aquel estudio, como reconocía Peña, faltaba constatar si los niveles fisiológicos de estrés bajaban también en consonancia con la percepción que comunicaban los estudiantes. En el programa desarrollado el curso pasado, y gracias al apoyo de la Fundación Affinity, se han podido introducir esas mediciones.
En concreto, como explicó Peña, se han medido los niveles de cortisol en tres ocasiones: antes de comenzar el programa, dos semanas después de la última sesión y, de nuevo, seis semanas más tarde, en plena época de exámenes para averiguar si los resultados se mantienen a largo plazo. Las mediciones se les realizaron tanto a los 53 estudiantes participantes en el programa como a otros 40 alumnos y alumnas que no realizaron las sesiones. Los resultados han puesto de manifiesto que ambos grupos partían de niveles similares de estrés, que claramente este nivel se reducía en quienes habían participado en Compludog, y que en época de exámenes los niveles volvían a aumentar, pero en el caso de los 53 participantes lo hacían de manera moderada sin llegar siquiera a los que tenían antes de iniciar las sesiones. Otras mediciones cualitativas también han servido para comprobar la reducción del estrés percibido, el aumento de la sensación de bienestar tras participar en el programa, así como el incremento de sus habilidades sociales.
En el acto de presentación de las conclusiones del programa Compludog estuvo presente el decano de la Facultad de Educación, Gonzalo Jover, quien no solo se mostró satisfecho de que "como universidad pública este sea un tipo de servicio que podemos y tenemos que prestar", sino que también anunció que se están dando los primeros pasos para poner en marcha una "acción formativa" -posiblemente un título propio de la UCM- sobre intervención asistida con animales. Ya se ha creado, según indicó, una comisión para el diseño del futturo título.
La directora de la Fundación Affinity, Isabel Buil, quien también se acercó a la Facultad de Educación para participar en la presentación de los resultados, destacó el papel pionero que ejerce la Universidad Complutense con un programa de estas características para reducir el estrés de sus estudiantes a través de terapia asistida con perros. Compludog, según afirmó Buil, "abre nuevas puertas y marca un camino a seguir". Buil también destacó que una vez más "un programa nos confirma que la presencia de perros beneficia a las personas, que estar con animales nos hace estar mejor". Como recordó desde hace 30 años la Fundación Affinity desarrolla en España programas de intervención asistida con animales con gran éxito, proporcionando a quienes los realizan "alivio, alegría, relajación o incluso dando sentido a sus vidas".
A la presentación también asistieron Skot y Lupi, junto a Pepo, los tres perros participantes en las sesiones con los estudiantes. Como explico Diana Peña, Skot ya se ha "jubilado", y pese a sus primeros síntomas de artrosis no quiso faltar al acto y ver de nuevo a algunas de las estudiantes participantes en el programa, con las que junto a ellas y Lupi, llevaron a cabo una pequeña demostración de cómo se desarrollan las sesiones de Compludog.
La continuidad de Compludog está asegurada tanto por el apoyo que le va a seguir brindando la Fundación Affinity, como por el de la propia universidad. De hecho, en este curso, el programa se ampliará a otros dos centros, uno del campus de Moncloa y otro de Somosaguas, y se abrirá, además de a estudiantes, a profesores y personal de administración de servicios que quieran participar. También la Facultad de Veterinaria se suma al Programa con la intención de asegurar el bienestar de los animales participantes, realizando controles de sus niveles de estrés.