La Universidad Complutense ha celebrado este 12 de diciembre, en el Anfiteatro Ramón y Cajal de la Facultad de Medicina, su ya tradicional acto de "Reconocimiento del rendimiento académico", con el que quiere resaltar el trabajo, esfuerzo y resultados de los estudiantes que han accedido este curso a la Universidad, así como de los centros en los que cursaron su enseñanza secundaria. En concreto, se ha reconocido a las alumnas y alumnos con mejores notas acceso que se han matriculado en la UCM y a quienes obtuvieron las mejores calificaciones en las pruebas desarrolladas el pasado mes de junio en los campus complutenses, independientemente de la universidad en la que ahora están estudiando.
El rector Joaquín Goyache dio a todos la bienvenida a "esta universidad de personas y para las personas" que es la Complutense. El rector animó a los estudiantes a aprovechar estos años, "que van a ser los mejores de vuestra vida", no sólo estudiando, "que también lo vais a hacer y mucho", sino también pasándolo bien y desarrollando las muchas actividades complementarias que tienen a su alcance. Después llegará el momento de "devolver a la sociedad todo lo que ahora os está dando", ya que, como les aseguró el rector, "el futuro de la sociedad depende de vosotros".
Goyache defendió en su intervención la calidad del sistema universitario español, "a veces tan denostado por algunos", al que sitúa entre los mejores de Europa y del mundo, tanto por la calidad de la enseñanza como de la investigación que en él se realiza, aproximadamente el 70% de la que se lleva a cabo en el país. La Complutense, como recordó el rector, conjuga no solo tradición y modernidad para ofrecer formación, empleabilidad e investigación de excelencia, sino que como universidad pública que es también es diversa, inclusiva, igualitaria, solidaria o comprometida. Goyache, por último, agradeció a las alumnas y alumnos que eligieron la Complutense la confianza depositada y "a los que prefirieron ir a otra, que tras el error cometido, tienen toda la vida por delante para matricularse en la Complutense", bromeó para introducir la necesidad cada vez mayor de formarse a lo largo de toda la vida. "Hace poco escuche que el conocimiento se duplica cada año y medio. En cuatro años no se puede aprender todo, por lo que la formación a lo largo de la vida es cada vez más importante", señaló Goyache.
En el acto, que estuvo amenizado por el Cuarteto de Cuerda de la Orquesta Sinfónica de la UCM, también intervinieron Lucía González Pérez, en representación de los estudiantes con mejores notas de acceso; Lydia Serrano Gregorio, estudiante de Doctorado y representante de los Estudiantes en el Claustro Universitario, y Antonia García Tirado, en representación de los centros educativos en los que cursaron sus estudios los premiados. Fue la profesora García Tirado la primera de ellos en tomar la palabra. Destacó que su centro, El Espinillo, ubicado en el barrio de ese mismo nombre del distrito de Villaverde, y en el que estudiaron dos de las estudiantes reconocidas en el acto, es un instituto público en el que conviven alumnas y alumnos de cerca de una veintena de nacionalidades y de diversos grupos étnicos. Gracias al esfuerzo de los profesores, "que va mucho más allá de sus obligaciones docentes" y a las ganas de aprender de los estudiantes y al apoyo de sus familias, el Centro se ha constituido en una potente herramienta de cohesión social. La profesora García Tirado considera que ejemplos como el de El Espinillo ponen de manifiesto la obligación de las administraciones públicas de dotar de los medios adecuados a los centros públicos de enseñanza.
Lucía González Pérez centró su intervención en representación del resto de estudiantes premiados en el valor del esfuerzo, gracias al que no solo han conseguido unos expedientes tan brillantes, sino que, sobre todo, les han hecho tirar hacia adelante en esos muchos momentos en los que han pronunciado un "no puedo".
Lydia Serrano, por su parte, ha animado a los que ahora inician su paso por la universidad a aprovecharlo al máximo. Por supuesto, les ha pedido que esfuercen en aprender, en adquirir conocimientos, a superar los exámenes. Pero "nosotros, los estudiantes, construimos la universidad, y por eso debéis sentiros parte de ella. Sin los estudiantes -continuó Lydia- la universidad no tiene sentido". De acuerdo con sus palabras, la universidad debe ser un espacio constructivo, crítico y de apoyo a los demás. "La universidad es un espacio de transformación social", un motor del que surgen los movimientos intelectuales a partir de los que se transforman las sociedades. Para la hoy estudiante del Doctorado en Educación -antes cursó el grado en Dietética y Nutrición-, la Universidad Complutense es una gran universidad. "Es diversa, heterogénea y en ella tienen cabida personas de todos los perfiles. Además, Complutense empieza por "co" al igual que palabras tan importantes como conocer, colaborar o compartir".