La Facultad de Ciencias Geológicas de la Complutense ha acogido, el 12 de diciembre, la segunda sesión de la jornada "El cambio climático contado por expertos", tras la celebrada en la Facultad de Ciencia de la Universidad Autónoma de Madrid. Javier Martín Chivelet, vicedecano de Investigación de la Facultad de Ciencias Geológicas, ha señalado que "este es un acto especialmente interesante porque está promovido, desarrollado y ejecutado por estudiantes y que además se viene organizando desde antes de este verano, lo que quiere decir que es oportuno por la temática que toca, pero no es oportunista, ya que no se sabía que se iba a celebrar aquí la Cumbre del Clima". Eduardo Gonzalo, estudiante de Doctorado de Física Teórica de la UAM, organizador y relator de estas jornadas, añadió que este es además un evento privilegiado porque hablan expertos en diferentes disciplinas, y así como "los jóvenes han tomado el relevo del activismo, con iniciativas como Fridays for Future o Extinction Rebellion, ahora ha llegado el momento de que también lo tomen en la comunicación científica sobre el cambio climático".
Jorge Gómez Sanz, vicerrector de Tecnología y Sostenibilidad de la UCM, reconoció que "todas las disciplinas tienen mucho que aportar en esta emergencia climática, y también las universidades". Recordó el vicerrector que este ha sido el último acto que se celebra en nuestra universidad de manera paralela a la Cumbre del Clima, y hay que reconocer que gracias a esto "si antes teníamos los sentidos climáticos un tanto abotargados, ahora por fin todos sabemos que la concienciación y la diseminación de estos conocimientos son fundamentales para que se lleven a cabo los cambios necesarios para frenar o incluso retroceder este cambio climático".
Por su parte, Javier Martín Chivelet explica que "la ciencia nos enseña que el clima ha cambiado y lo ha hecho a todas las escalas imaginables de velocidad e intensidad a lo largo de la historia de la Tierra", y que los que conocen los cambios climáticos del pasado, como él mismo, experto en Paleoclima, saben que "podemos estar posiblemente ante un cambio climático con consecuencias muy importantes para el planeta y para los que lo superpoblamos y lo convertimos en un lugar altamente vulnerable".
La ciencia nos enseña también, de acuerdo con el vicedecano, que "hay que tomar medidas, aunque no tengamos la sensación de estar viviendo un problema, porque en realidad no ha hecho más que empezar". Ratifica que estamos condenados a vivir con el cambio climático, pero ahora sólo con la parte incipiente, "los estudiantes más jóvenes y sus hijos y sus nietos, dependen ahora de lo que hagamos nosotros y por eso es importante contar, comunicar, lo que saben los expertos más jóvenes".
Las evidencias científicas sobre el cambio climático provocado por los humanos son innumerables, cada vez se acumulan más, aunque se conocen desde hace cuarenta y cincuenta años. De acuerdo con Chivelet, "es un problema tan grande el del cambio climático, tan arraigado, tan entremezclado con nuestra forma de vida, que no sabemos muy bien cómo solucionarlo, sobre todo cómo solucionar el reto energético del futuro".
Además hay que tener en cuenta que "hasta hace poco el cambio climático ha sido negado, y todavía hay alguno que lo niega, también ha sido ignorado, y con frecuencia, en estos momentos, es relativizado, porque no queremos conocer su magnitud".
Una buena noticia y otra mala
Eduardo Gonzalo, el doctorando organizador de estas jornadas, recordó que la Tierra tiene 4.500 millones de años de antigüedad y el Universo 14.000 millones. "En ese tiempo le han ocurrido cantidad de cosas a nuestro planeta, y se han extinguido infinidad de especies que no han sido capaces de adaptarse a los cambios climáticos que ha sufrido nuestro planeta". Ahora mismo ya no cabe ninguna duda de que los humanos somos los responsables del cambio climático actual, y eso tiene una cosa buena y una mala. La mala es que vamos a ser responsables de un daño tremendo a muchas especies con las que compartimos la Tierra, incluida la nuestra, y la buena es que sabemos cómo hemos cambiado el clima y eso nos puede ayudar a encontrar las soluciones óptimas para frenar este cambio y tratar de evitar, o al menos, paliar las consecuencias.
La clave ahora está en la observación, "hace falta observar y entender el planeta, para ello necesitamos saber Física, y también observar el pasado y para ello necesitamos saber Geología, y además para buscar soluciones necesitamos mejorar las energías renovables y para eso hace falta saber Química, Ingeniería y Biología. Pero por encima de todo necesitamos ponernos de acuerdo y trabajar juntos, y para ello necesitamos Psicología, Economía, Política...".
De todas esas disciplinas diferentes hubo ponentes la jornada, que presentó la periodista Laura Madrueño, cofundadora de una productora que realiza documentales submarinos comprometidos con la ecología. Aunque ella reconoció no ser científica, sí que aseguró que desde hace mucho tiempo está pendiente de las profundidades del mar, que le ha dado algunos de los mejores momentos de su vida, y que está sufriendo cambios, al igual que el resto del planeta, a una velocidad sin precedentes.
El Sol no tiene la culpa
El primero de los conferenciantes fue Javier Mellado quien se cuestionó uno de los tópicos más recurrentes de los negacionistas en las redes sociales, a saber: ¿Puede el Sol justificar el calentamiento que ha existido en la Tierra en los últimos cientos de años, y en las últimas décadas?
De acuerdo con Mellado, "el sistema climático es algo muy complejo, formado por muchas componentes que interaccionan entre sí para dar lugar a un equilibrio radiativo, y es importante entender que la energía que llega a este sistema viene del Sol". Eso hace que, como el calentamiento es inequívoco, algunos piensen y defiendan que es el Sol el culpable y no los gases de efecto invernadero.
Explicó el científico que a principios del siglo XX ya se relacionaron el Sol y la Tierra con tres parámetros que son la oblicuidad, la precesión y la excentricidad, que dan una medida de cómo varía la órbita de los dos sistemas y ocurren en escalas de decenas de miles de años. Al variar esos tres parámetros cambia la energía que nos llega del Sol y eso da lugar a lo que conocemos como periodos glaciares e interglaciares en el sistema terrestre, pero "estos cambios orbitales ocurren a decenas de miles de años, no en cientos de años". Para conocer la actividad solar se puede recurrir a las manchas solares, que tienen ciclos de unos once años, que vienen de un periodo de baja actividad, llegan a uno de máxima actividad y luego decrece al final del ciclo. Desde 1600 a 2000 ha habido periodos con muy pocas manchas solares, desde 2009 ha habido un incremento, con un máximo en 2014 y ahora estamos en un mínimo de actividad solar, pero mes tras mes se rompe un récord de temperatura en alguna parte del globo, es decir, "el Sol no justifica el aumento abrupto de las temperaturas, y no lo ha hecho en todo el siglo XX, así que no tiene la culpa del calentamiento sufrido en los últimos 150 años".
El suelo, y los cambios en el albedo, tampoco justifican los cambios en las temperaturas, así que sólo queda la capa de en medio, la atmósfera. Ahí, de acuerdo con Mellado, "desde 1800 ha habido un incremento brutal de gases de efecto invernadero, CO2, metano, óxido de nitrógeno. Por ejemplo, las concentraciones de CO2 superan los valores de los últimos 800.000 años, así que el mensaje que tiene que quedar claro de esta sesión es que la huella del ser humano en el sistema climático es innegable, y por ello el futuro del planeta está en nuestras manos. La Tierra no es una herencia de nuestros padres, sino que hay que mirarla como un préstamo de nuestros hijos".
El resto del primer bloque de ponencias lo compusieron Maialen López, que habló de los peligros del deshielo del permafrost; Cristina Rojas, quien explicó la importancia de entender el viento, y Javier Blasco, experto en la evolución del hielo en la Antártida, algo que relacionó con la subida del nivel del mar que viene ocurriendo desde finales del siglo XIX.
Cuñados, fake news y fotosíntesis
El segundo bloque comenzó con José Luis Crespo, conocido por su canal de YouTube Quantum Facture, que presentó una pequeña guía para hablar con cuñados negacionistas, que incluyen puntos como calmarse y escuchar sus argumentos simplistas y fake news, identificar sus puntos estrella y a partir de ahí ir introduciendo dudas sutilmente. Lo más probable es topar con una persona que no quiera escuchar y salte a una conversación distinta, no de índole científica, pero aun así no está todo perdido, todavía se puede hacer algo aprovechándonos del resto de familiares que nos rodean, soltando ahí todos los argumentos que uno tenga.
Tras Crespo, Miguel Tamallo habló sobre los plásticos y cómo empeoran el calentamiento global; Elena Pérez explicó las desigualdades sociales que crea el cambio climático desde el punto de vista de la Economía; Vanessa Menéndez contó el rol que juega, o que puede jugar, la gestión del patrimonio cultural en la lucha contra el cambio climático; Judith Cano-Ruiz disertó sobre los cultivos energéticos, de plantas de las que se puede obtener energía, como la caña, el maíz, la soja o el girasol, y por último Daniel González presentó los avances más punteros en energías solares, basados en imitaciones de fotosíntesis, como alternativas a los combustibles fósiles.