Julia Téllez, profesora del Departamento de Física de la Tierra y Astrofísica, y Ana Rioja, profesora del Departamento de Lógica y Filosofía Teórica, son las responsables de haber diseñado el máster propio "Ciencia y Filosofía: Construyendo el Futuro". El máster que comenzará en septiembre y que cuenta con 60 créditos está dirigido a licenciados o graduados de cualquier titulación que estén interesados en "comprender la importancia, la trascendencia y las posibilidades que algunos de los principales avances científicos y tecnológicos, vistos en conjunto y desde una perspectiva académica". El profesorado, integrado por un alto número de catedráticos, proviene de facultades de la UCM y de otras universidades de Matemáticas, Físicas, Químicas, Biológicas, Informática, Filosofía, Medicina, Derecho, Económicas, aparte de profesionales del Centro Nacional de Biotecnología o del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas.
Confiesan tanto Julia Téllez, directora del máster, como Ana Rioja, codirectora, que se conocen desde hace mucho tiempo y que llevaban ya "años pensando que hacía falta desarrollar algún programa educativo interdisciplinar", ya que las dos coinciden en una concepción vital y académica que relaciona la Filosofía con la Física, o con la ciencia en general.
Téllez, por ejemplo, siendo ya profesora de la Facultad de Físicas, en los años noventa, cursó un programa de doctorado que había en la Facultad de Filosofía que se llamaba "Entre Ciencia y Filosofía", y allí se dio cuenta de "lo necesaria que es la reflexión filosófica desde la ciencia". A lo largo de estos años, las dos profesoras han visto una inquietud creciente por parte de muchos alumnos de las dos facultades en las que imparten docencia, y han considerado que un máster de estas características podía dar cauce a esta demanda.
A la hora de diseñar el título pensaron además que no había que ceñirse a la Física, sino que hacía falta introducir otras muchas áreas como la Biología, la inteligencia artificial o la tecnología, "abordando las implicaciones de todo tipo que tienen estas disciplinas, no sólo filosóficas, sino también legislativas, sociales, económicas...". De ahí surge la idea de este máster, con ese formato interdisciplinar que tiende puentes entre distintas disciplinas punteras de la ciencia con una reflexión desde las humanidades.
Opina Ana Rioja que hay muchos científicos que durante el desarrollo de su disciplina y su investigación se han formulado preguntas, cuestiones o problemas que les han acercado a lo que se puede considerar una filosofía no académica, es decir, a pensar en problemas que iban más allá del laboratorio o del formalismo". Por eso el diseño del curso tiene una parte de contexto científico y filosófico, otra de presente y futuro de la tecnología, y por último todas las implicaciones que tendrá y que ya tiene ese desarrollo científico tecnológico.
Mirando al futuro
Esa proyección del máster hace que no sea "una vuelta atrás a un mundo en el que las ciencias no estaban tan fragmentadas como están en la actualidad, sino una mirada al futuro, en la medida en que la ciencia y la tecnología jamás han tenido tanto impacto social, humano, económico y político como el que tienen hoy en día".
Añade Téllez que, por ejemplo, hay aspectos científicos y tecnológicos que tienen un impacto tremendo en la actualidad, pero que todavía no han sido ni siquiera legislados, y que no se han previsto ni sus consecuencias ni el impacto económico que ya están provocando. Informa Rioja de que ahí entran temas como la disrupción tecnológica, las desigualdades sociales, la automatización del empleo, los derechos y obligaciones de las máquinas... Por eso se ha decidido que "el máster no tenga un enfoque humanista, no es un máster de ciencias y letras, ni de ciencias y humanidades, sino que trata de explicar a los estudiantes los hitos más recientes de varias disciplinas científicas y el estado de la tecnología en varios campos punteros, para que ellos puedan hacer una reconversión, una actualización curricular profesional indispensable hoy en día para alguien que se dedique a cualquiera de estos temas y quiera afrontar sus retos". Un ejemplo está en algunas leyes científicas que hoy en día son interdisciplinares, como el caso de las redes o la propagación, ya sea de fenómenos físicos, biológicos, económicos o sociales.
La parcelación que existe en el sistema educativo actual y que, de acuerdo con Téllez, "no puede ser de otra manera en las titulaciones universitarias", se quiere superar con este máster, dando ese enfoque absolutamente necesario de visión de conjunto, ya que "la única forma de captar la importancia, la trascendencia y las posibilidades que tienen todos los avances científicos y tecnológicos es verlos en conjunto, y por eso uno de los valores del máster, la enorme interdisciplinariedad que tiene". Cuenta Rioja que cuando se dirigieron a profesores de distintas facultades, muchas de ellas complutenses, para ofrecerles este proyecto, tuvieron una acogida extraordinaria, porque pensaban que era una exigencia y una demanda de nuestra época.
El curso no hace un especial hincapié en la ética, aunque sí se tratará de manera específica en uno de los bloques, el dedicado a las tecnologías digitales y los conflictos éticos que despiertan, que lo imparten dos profesores de Informática. De todos modos, la directora y la codirectora del máster reconocen que "no cabe duda de que hay dilemas éticos en temas tan diversos como la biotecnología, el futuro del empleo, el mantenimiento de la sociedad de consumo, además de la dificultad de deslindar la ética de los problemas socioeconómicos, porque al final las decisiones se hacen atendiendo a una serie de valores". Ha sido un deseo de las dos organizadoras que el máster tuviera un perfil muy académico, y eso se ve en el personal que impartirá las clases, formado por catedráticos en un alto porcentaje.
Otro tema que se aborda en este máster pionero en España será el del medioambiente por parte de un profesor de la Facultad de Ciencias Biológicas, que tratará el tema de la Biología de los Ecosistemas y Conservación del Medioambiente, "explicado más desde un punto de vista científico que político, porque de lo que se trata es de tener un gran rigor académico y que no sea sólo una cuestión de polarizaciones ideológicas".
