Diariamente, en la Clínica Universitaria de Podología se ven en torno a unas ciento treinta o ciento cincuenta personas. Muchos de esos pacientes iban allí para revisiones de tratamiento, por ejemplo ortopédicos, para seguimiento postquirúrgico, o bien para que les revisaran una úlcera de pie diabético. José Luis Lázaro Martínez, director de la Clínica, calcula que hay entre cien y ciento cincuenta pacientes que están en seguimiento de algún tipo de tratamiento. Como el centro tiene que permanecer cerrado durante estas semanas de cuarentena, desde la Clínica han decidido iniciar una Campaña Voluntaria de Tele Asistencia, en la que poder hacer el seguimiento de los tratamientos ya en curso y para responder cualquier tipo de consulta. Quien quiera contactar con este servicio lo primero que tiene que hacer es escribir un correo electrónico (a dircup@ucm.es), con la consulta precisa "y desde ahí se les responderá a las dudas que tengan a través del equipo asistencial de la propia Clínica".
Explica José Luis Lázaro Martínez, que tras ese contacto inicial, "dependiendo de la consulta y la patología de cada uno, se puede hacer un seguimiento por whatsapp para que puedan mandar fotografías o pruebas complementarias que tengan". El objetivo, de acuerdo con el director de la Clínica, "es que las personas tengan al menos una forma de contactar con nosotros para resolverles dudas o para que les demos consejo o actuación delegada a través de un familiar o cuidador, para poder guiarles sobre algún tipo de cuidado que puedan hacer durante estos días".
Entre el personal de la Clínica y los residentes hay cerca de treinta personas. Todas las semanas tienen sesiones clínicas entre ellos a través de Internet, donde "se comentan todos los casos, se hace un feedback y una rueda de consultas para ponerse al día y estar al tanto de cómo se desarrolla el proceso, lo que permitirá repartirse el trabajo de una forma más o menos equitativa, porque aunque todavía no se sabe el volumen de pacientes que puede llegar a haber, lo que se quiere es que el seguimiento sea más o menos equilibrado, así que se irá repartiendo el trabajo entre todo el personal, dependiendo de la consulta y del tipo de patología que tenga cada paciente".
Desde la Clínica se hará un seguimiento activo para pacientes que tenían ya en seguimiento y que están identificados como los graves, que son en torno a 40 o 50 pacientes. A esos se les contacta activamente por teléfono para que les cuenten el estado y la situación de sus dolencias. De acuerdo con Lázaro Martínez, desde la Clínica, sobre todo, están preocupados por sus pacientes diabéticos, porque muchas veces tienen úlceras y si se complica pueden perder incluso un pie o una pierna. En esos casos graves sí que se plantea hacer un seguimiento constante, contactando como mínimo una vez a la semana, y si tuviesen que hacer una intervención, se podrían plantear incluso hacer una salida a su domicilio para resolver el problema.
Sin duda, "esos pacientes de pie diabético son los de mayor riesgo, primero por la patología que padecen y además porque suelen ser muy mayores, y ahora están en una situación de peligro". Muchos de esos pacientes tienen un punto de contacto, como un familiar o un cuidador, con el que se pueden comunicar desde la Clínica a través del correo electrónico, aunque "de todos modos, muchos de los mayores se manejan muy bien con el whatsapp, porque lo usan para conectarse con sus familiares y sus amigos".
El director de la Clínica añade que en los primeros dos días de la iniciativa, que se puso en marcha a finales de la tercera semana de marzo, han recibido ya unas treinta consultas, y "ha sido muy bien recibida por los pacientes, que están muy agradecidos, y algunos de ellos incluso sorprendidos de que se les pueda hacer este seguimiento. Hay que tener en cuenta que muchos de ellos se han sentido desamparados con esta situación actual, así que esta iniciativa les ha supuesto un gran alivio".
Por último, el servicio tiene otro fin más allá del seguimiento de los pacientes, que es "descargar un poco la saturación del sistema sanitario, es decir, prestar un apoyo, de tal manera que estas personas no tengan que ir a un centro de salud o a un hospital, porque ahora eso es un foco de riesgo para ellos". De acuerdo con Lázaro Martínez "hay que intentar ayudar con lo que podamos, cada uno desde nuestro sitio, y esperemos que esto pase lo más rápido posible".
