San Lorenzo de El Escorial acogerá por trigésimo tercer año consecutivo los Cursos de Verano de la Universidad Complutense. Será una edición reducida, veinte actividades a lo largo de dos semanas, del 20 al 31 de julio, y, por supuesto, con un escrupuloso cumplimiento de las medidas sanitarias. Pero, como subraya su director, el profesor de la Facultad de Farmacia Miguel Ángel Casermeiro, su mayor éxito es que celebrarán. "Los Cursos de Verano son un producto presencial. Son para tocar a un ministro, a un artista, a un científico... no para verlos a través de una pantalla. El hecho de hacerlos y de ofrecer unos cursos de alta calidad en todos los ámbitos ya es un éxito en sí". Desde el 15 de junio ya se puede consultar la programación, solicitar becas y formalizar la matrícula en la web de los Cursos.

Una apuesta institucional

El nuevo director de los Cursos -asumió la dirección hace apenas unas semanas tras la toma de posesión de su antecesor, Víctor Briones, como vicerrector de Estudios de la UCM- explica que la celebración de esta edición es "una apuesta institucional", con la que se quiere enviar un mensaje "a la sociedad madrileña, en particular, y a la española, en general, de que la Universidad Complutense está activa en este periodo de tiempo". 

Con todas las medidas sanitarias

Por supuesto, la gran premisa ha sido adaptar las condiciones de esta actividad cultural y científica que son los Cursos a las exigencias sanitarias. Para ello se han ampliando los espacios en los que se desarrollarán las actividades, en muchos casos uniendo aulas contiguas, para asegurar el cumplimiento de la distancia social mínima de 1,5 metros. También se van a escalar las actividades, evitando que todas comiencen y concluyan a las mismas horas, se establecerán varios turnos de comedor, y se reducirá el número de personas que pernocten en San Lorenzo de El Escorial. Sí habrá asistentes que se alojen allí, aunque no serán muy numerosos y en lugar de en las instalaciones del Real Colegio Universitario María Cristina lo harán como los directores y coordinadores de las actividades y un mínimo número de integrantes de la organización en hoteles de la localidad y en habitaciones individuales.

Programación adaptada

Junto a esta imprescindible adecuación a las normas sanitarias, el segundo gran reto ha sido reformular una programación que ya prácticamente estaba cerrada en el mes de marzo con más de sesenta actividades. La mayor parte de los cursos que se van a celebrar ya formaban parte de esa "pre-programación" que había en marzo, pero en la mayoría de los casos se han tenido que modificar sus programas, reduciendo su duración a dos o tres días. Como explica el director, salvo dos cursos y un taller de una semana de duración, las otras 17 actividades serán de dos o tres días. "Hemos optado por esa medida para dar cabida al mayor número posible de actividades. Hay que tener en cuenta que no van a coincidir en el mismo día más de cinco o seis actividades, muy lejos de la dinámica habitual de otras ediciones".

Reflejo de la realidad social

Pero como no podía ser de otra manera, la COVID-19 también va a estar presente en la programación. Dos cursos se han organizado a petición de la propia organización de los Cursos y la Universidad. "Los Cursos de Verano tienen que reflejar la realidad social y no tendría sentido que no lo tratásemos. Por ello, hemos encargado la celebración de dos cursos para analizar lo que está suponiendo la COVID-19, uno desde la perspectiva científico-sanitaria y otro desde la tecnológica". También, algunos cursos ya previstos han adaptado sus contenidos. En concreto, el que iba a organizar la Unidad de Igualdad de la UCM finalmente se va a dedicar al estudio de la influencia del COVID desde la perspectiva de género, y el que iba a tratar sobre conciliación laboral se ha reformulado hacia al análisis de los ERTES y otras medidas laborales. "El COVID, por tanto, -indica Miguel Ángel Casermeiro- va a ser protagonista, no mayoritario pero sí importante, de una programación en la que va a haber cursos de todas las áreas: de ciencias experimentales, de ciencias de la salud, de ciencias sociales y de humanidades. En Humanidades, por ejemplo, hay que destacar el curso de los escritores de novela histórica, que, además, sirve para conmemorar el centenario de Benito Pérez Galdós". Esta actividad, que dirigirá el escritor y periodista Antonio Pérez Henares, será una de las pocas que se desarrollen durante cinco días. En concreto, lo hará en a lo largo de la segunda semana de Cursos, del 27 al 31 de julio, al igual que un curso sobre divulgación científica dirigido por el monologuista científico Álvaro Morales Molina, y el taller que impartirá la muralista Lily Brick.

Un cartel reconocible

El cartel de esta trigésimo tercera edición de los Cursos es precisamente obra de Lily Brick y de Sara Torres. Como explica el profesor Casermeiro el cartel ya estaba prácticamente preparado antes de la pandemia, pero sus autoras han querido actualizarlo y han añadido una mascarilla a su protagonista. "Estoy seguro de que en la historia de los Cursos de Verano va a ser un cartel muy reconocible y que va a reflejar este año tan particular", concluye el director.

Un año más, como sucede desde 2008, el patrocinador principal de los Cursos será Banco Santander. Hispasat, Aguas Bezoya, el Ayuntamiento de San Lorenzo de El Escorial, y las empresas y organismos que colaboran en la celebración de cada actividad de forma individualizada, también contribuyen a su celebración.