En la inauguración del webinar "COVID-19, situaciones de anormalidad constitucional y fuerzas armadas", tanto la ministra de Defensa, Margarita Robles, como el rector Joaquín Goyache, han reconocido el trabajo que han llevado a cabo las fuerzas armadas durante la pandemia. La propia ministra informó de que "desde las grandes ciudades hasta los pueblos más pequeños, las fuerzas armadas han tenido una presencia importante, organizada perfectamente desde el mando de operaciones y eso que ha sido la mayor operación llevada a cabo por las fuerzas armadas en tiempo de paz, y ha sido impecable y excepcional tanto por la generosidad como por la entrega hacia los españoles que necesitaban ayuda". Según Robles, la sociedad española ha visto, gracias a la COVID-19, que el ejército es una parte integrante de la sociedad, consiguiendo así uno de sus objetivos al frente del ministerio: "que conozcamos su cualificación, su preparación y su humanidad, tanto aquí como en los países en los que hay misiones militares".
Alfonso Fernández Miranda, director de la cátedra extraordinaria de Derecho Militar UCM-MINISDEF, que organiza este webinar junto a la Fundación General de la UCM, resaltó en la charla inaugural del seminario el impacto sanitario, psicológico, económico-social y jurídico que ha tenido la COVID-19. Tras ello, centró su charla en Europa, donde "las medidas han sido similares, aunque no lo han sido los medios jurídicos, porque hay algunos Estados cuyas constituciones prevén estados de excepción para situaciones de emergencia, y otros que no lo hacen, como Bélgica, Italia o Suiza".
En España recordó el artículo 116 de la Constitución (tema que ya se debatió en un webinar de mayo de este año) con los tres estados de excepcionalidad previstos, que luego se desarrollaron en una ley orgánica de 1981: alarma, excepción y sitio. Aseguró que hay quien ha hecho una interpretación gradualista de esos estados, pero "la ley orgánica tipifica los presupuestos en los que procede cada uno de los tres estados, cuya diferencia es cualitativa, porque responde a estados de naturaleza distinta, así que no es la intensidad de la intervención, sino la naturaleza de los hechos la que determina uno u otro estado de excepcionalidad".
De esa manera, el estado de alarma está pensado para catástrofes naturales y situaciones sociales que afectan de forma directa a la subsistencia de la propia sociedad; el de excepción está vinculado a quebrantamientos del orden público; y el de sitio está previsto para agresiones a la propia supervivencia del Estado.
Fernández Miranda está de acuerdo, "sin que sirva de precedente", con la aplicación del estado de alarma por parte del Gobierno, porque "era la única herramienta para tener un mando único, con criterios homogéneos y con capacidad para que funcionase la solidaridad interregional".
La pandemia ha provocado, de acuerdo con el conferenciante, la necesidad de intervenir y limitar muchos derechos, como el de circulación, reunión, manifestación, educación, libertad de empresa, trabajo... Y muchas veces con una enorme intensidad, "pero eso no es lo mismo que la suspensión de derechos que habría supuesto un estado de excepción, sobre todo teniendo en cuenta que no hay un problema de orden público sino un desastre natural de naturaleza biológica".
Ejército y Complutense
Ricardo Alonso, decano de la Facultad de Derecho de la UCM, informó de que este webinar cuenta con exponentes de las fuerzas armadas y de la comunidad universitaria de primer nivel, tanto nacional como iberoamericano, y que se puede ver como fruto de la cátedra UCM-MINISDEF, que nació en enero de 2017 y que tiene como objetivo fundamental analizar el derecho militar. Según Alonso, dese esa fecha ha habido más de un millar de alumnos en diferentes cursos y seminarios, dirigidos a explicar materias como la protección de los derechos humanos, intervención y presupuesto, el 30 aniversario de la incorporación de la mujer a las fuerzas armadas...
A ello se unió que en 2018 se creó el Instituto Iberoamericano de Derecho Militar Comparado, a partir de la cátedra, y "hace dos semanas el consejo de gobierno de la UCM aprobó el nuevo grado en estudios jurídicos militares, después de seis meses de intenso trabajo de preparación. Un grado que marcará un antes y un después en la vinculación de las fuerzas armadas a la universidad, y a través de ella a la propia sociedad".
El rector Joaquín Goyache insiste en esa idea de que "tanto Defensa como la UCM hemos demostrado que nos hemos adaptado y hemos dado lo mejor de nosotros mismos". Algo con lo que coincide la ministra de Defensa, Margarita Robles, quien confiesa creer en la labor de los servidores públicos, que "es lo que debemos ser todos los que servimos a los ciudadanos desde la administración de justicia o desde la universidad".
Informa Robles de que cuando el 14 de marzo se declaró el estado de alarma se nombraron cuatro autoridades competentes, una de ellas ella misma "para que las fuerzas armadas intentaran salvar vidas y llegar a donde no se podía llegar". Desde ese día se organizó un mando único y salieron a la calle en varios grupos de actuaciones: sanitarias, llevadas a cabo en los hospitales militares y ayudando a instalar hospitales de campaña donde las UCI estaban colapsadas; logísticas, de traslado de material sanitario incluso desde China, y también de fallecidos, "en momentos durísimos, siempre con el máximo respeto, entrega y dedicación, que demostraron la gran humanidad de las fuerzas armadas"; con 20.002 actuaciones militares, con casi 11.000 de desinfección, 5.000 de ellas en residencias, labor de vigilancia de fronteras y centrales nucleares, por ejemplo.
Concluye la ministra que "las fuerzas armadas nos dan cada día una lección de servicio a los ciudadanos. Este país necesita esperanza y una parte muy importante de esa esperanza la dan los hombres y mujeres de las fuerzas armadas".
