Las "X Jornadas eMadrid: e-learning en la nueva normalidad", que se celebran los días 23 y 24 de septiembre, han comenzado con una mesa redonda en la que han participado vicerrectores de siete universidades públicas para reflexionar sobre las medidas adoptadas en las aulas para garantizar la educación y la formación de sus estudiantes. Jorge Jesús Gómez, vicerrector de Tecnología y Sostenibilidad de la Universidad Complutense, ha hablado de algunos de los problemas que surgen de la digitalización, como la conciliación o la protección de datos. También ha señalado algunos aprendizajes de estos meses, como el "impulso espectacular" al teletrabajo o incluso el impacto positivo que ha tenido para las ciudades, con la renaturalización de espacios verdes y la vuelta de animales a entornos de los que estaban apartados desde hace tiempo. De todos modos, tiene claro el vicerrector que "la universidad no es sólo obtener un título, sino la formación como persona y ese proceso de aprendizaje no se desarrolla igual cuando es en remoto que cuando es de manera presencial", así que desde la Complutense se seguirá apostando por la presencialidad. Opinión que han compartido los representantes de las otras seis universidades participantes en la mesa redonda.
El vicerrector de Tecnología y Sostenibilidad de la UCM, Jorge Jesús Gómez, ha confesado que "frente a esta pandemia nadie estábamos preparados, no esperábamos el coronavirus pese a los avisos, aunque por suerte la tecnología nos ha permitido salvar el curso, eso sí, echando mucho de menos la presencialidad". Cree el vicerrector que de esta crisis nos van a quedar cosas, como que "las reuniones ya han cambiado para siempre, porque la videoconferencia se ha convertido en algo habitual, y porque hemos aprendido que ahora mismo hay que reaccionar de manera mucho más rápida, "estando alerta y con flexibilidad, con opciones y con capacidad de responder a cualquier evento que pueda suceder".
No duda el vicerrector que "el vídeo no matará al profesor, puede ser un apoyo, al igual que una biblioteca, pero del mismo modo no garantiza las competencias y conocimientos, porque hace falta que haya una guía". Tampoco cree Gómez Sanz que en un futuro cercano esa enseñanza la haga una máquina, "no sólo porque la educación actual está basada en la igualdad de oportunidades, sino porque además el profesor es el conductor de un proceso en el que la individualización es una parte fundamental de su labor, y él es el único que puede saber cuándo un método no funciona".
Es consciente, eso sí, de que "queda mucho por hacer, porque hay casos que no te esperas, como por ejemplo las acreditaciones para estudiantes y trabajadores para poderse mover por Madrid que se anuncian un viernes y tienen que estar preparadas para el lunes siguiente". Eso sí, la digitalización "ayuda a una interacción con los estudiantes de una manera más ágil, siguiendo un poco el ejemplo de la UNED, pero sin olvidarse nunca de la presencialidad".
Las otras universidades
Precisamente Jesús González, vicerrector de Digitalización e Innovación de la UNED, que es una universidad que da todos sus servicios on line, recordó que también es semipresencial, con centros por toda España y el extranjero. Este año, según sus palabras "se han tenido que mover más de 16.000 tutorías, siempre siguiendo el lema que ha sido atender a todos los estudiantes, sin exclusión alguna, incluyendo una herramienta para hacer los exámenes on line".
Juan Antonio Huertas, vicerrector de Docencia, Innovación Educativa y Calidad de la Universidad Autónoma de Madrid, consideró que en estos meses hemos aprendido más de tecnología que en los últimos diez años, pero también han evolucionado los docentes e instituciones, haciendo que "todos los profesores ahora se evalúen constantemente, y que surjan decisiones para ir hacia adelante, aunque también algunas resistencias para adaptarse a una situación que, sobre todo, al principio no se comprendía bien. Todavía falta por saber resolver los problemas particulares, y hacerlo además de manera cercana". Algo que señala también Carlos Delgado, vicerrector de Estrategia y Educación Digital de la Universidad Carlos III de Madrid y coordinador de la Red eMadrid, quien afirma que "hemos aprendido la importancia de estar preparados para lo que pueda ocurrir en el futuro, porque vivimos en un entorno incierto y volátil".
Para el vicerrector de Digitalización de la Universidad Rey Juan Carlos, Alberto Sánchez, el cambio radical ha sido que las tecnologías no sólo afecten a unos pocos, sino a toda la comunidad universitaria en su conjunto. Se podría decir que "esto ha sido un acelerador del proceso de transformación digital que nos ha dado flexibilidad a todos". También José Miguel Atienza, vicerrector de Estrategia Académica e Internacionalización de la Universidad Politécnica de Madrid, informa de que "como aspecto positivo, se ha dotado de herramientas adicionales a los profesores, nos hemos dado cuenta del lujo que supone la presencialidad, que está mucho más cargada de aspectos emocionales. Cree que "también ha sido emocional el que hemos sido mucho más universidad, porque ha habido mucho más contacto con el equipo rectoral, dándose cuenta de la necesidad de estar juntos".
Juan Ramón Velasco, vicerrector de Estrategia y Planificación de la Universidad de Alcalá, opina que "hemos aprendido que somos capaces de colaborar mucho y eso es especialmente bueno, sobre todo porque nos esperan uno o dos años de virus". Al igual que el resto de representantes universitarios ha defendido la educación presencial, "hay cosas muy sencillas cuando estamos cerca, pero son mucho más complejas cuando hay que usar la tecnología como intermediaria".