Javier Gimeno Perelló, trabajador de la Biblioteca de la UCM, es el principal responsable del proyecto que tiene entre sus objetivos construir, desarrollar y asesorar en la gestión de seis bibliotecas en diferentes zonas de Perú.

La imagen tradicional del bibliotecario como un funcionario que se dedica en exclusiva a tareas administrativas ya ha pasado a la historia, o al menos se puede decir que se ha convertido sólo en una de las muchas caras de los bibliotecarios. En las últimas décadas han surgido iniciativas como Bibliotecarios por la Paz o las conocidas como brigadas solidarias de bibliotecarios que aportan lo que Javier Gimeno Perelló define como "una dimensión diferente y muy enriquecedora de la profesión".

Gimeno, trabajador de la Biblioteca de la UCM, lleva muchos años participando en este tipo de iniciativas, de ahí que le resultara natural presentar varios proyectos a la convocatoria de cooperación de la Complutense. En la VII edición de dicha convocatoria, correspondiente al año 2010, entre los proyectos seleccionados estaba el presentado por Gimeno para actuar en Perú. De manera más concreta, el título de la iniciativa es "Construcción e implementación de bibliotecas rurales y comunales, gestión de bibliotecas escolares, producción de material y fomento a la lectura".

El responsable del proyecto explica que ha afectado a seis bibliotecas en lugares como Ayacucho, Ancash, Huancavelica y Lima. El trabajo se coordina desde la Complutense, con visitas periódicas a la zona, y con dos personas sobre el terreno responsables de las bibliotecas y de la organización, administración y control de presupuesto.

Los dos objetivos prioritarios son el equipamiento de las bibliotecas y la formación. En cuanto al equipamiento, Gimeno informa de que hay alguna biblioteca que es de nueva creación, pero la mayor parte de ellas ya existían con anterioridad aunque cuentan con poco material. El fin es dotarles de libros (con más de 60.000 ejemplares entre las seis bibliotecas), revistas, películas, así como mobiliario y equipos informáticos. Todo ello va unido a la capacitación y formación de bibliotecarios y voluntarios que se ofrecen para colaborar.

Talleres de promoción de la lectura

Aparte de la dotación a las bibliotecas, se desarrollan también talleres de materias como informática y promoción de la lectura. Estos últimos se imparten sobre todo en las dos bibliotecas del proyecto que pertenecen a escuelas y que a su vez funcionan como bibliotecas públicas. Gimeno tiene claro que "el fomento de la lectura contribuye a mejorar la calidad de vida". De entre las bibliotecas, hay dos que son de carácter indígena, lo que ha motivado que el proyecto incluya también la publicación de una gramática quechua y de varios libros en ese idioma.

Al proyecto se sumarán en mayo dos estudiantes complutenses que viajarán a Perú con una beca de colaboración. Al mismo tiempo, los dos coordinadores del proyecto en el país americano vendrán a la UCM para participar en un curso de formación. La idea de este proceso formativo es que el proyecto sea sostenible y se mantenga vivo una vez que se acabe la financiación complutense. Por la experiencia previa en otros proyectos similares, Gimeno asegura que la continuidad está asegurada gracias tanto a la colaboración de los profesionales peruanos como al apoyo de instituciones como la universidad antes mencionada, la Biblioteca Nacional, los diferentes órganos de la administración del país y proyectos como Una biblioteca para mi pueblo.

La contraparte de la cooperación se presenta así como un elemento esencial del trabajo a realizar. Más aún cuando Gimeno comenta que su "filosofía es no hacer nada que no se nos solicite. Es decir, no imponemos criterios, sino que trabajamos mano a mano con la contraparte".

A estas alturas del año el proyecto ya está muy avanzado y se espera que de aquí a finales de 2011 se dé por concluido. Eso no significará, por supuesto, el abandono de la región por parte de Javier Gimeno, que ya está pensando en los próximos proyectos que presentará a las futuras convocatorias de cooperación.

Otras iniciativas

Aparte del proyecto de la convocatoria complutense, Javier Gimeno Perelló participa en unos cuantos más, todos relacionados con el mundo de la educación y los libros.

Con la AECID (Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo), está llevando a cabo un proyecto para la formación de estudiantes en Perú y en Bolivia, siempre en relación con universidades públicas. Es una iniciativa bastante específica de enseñanza de lenguaje científico, desde el manejo de bases de datos científicas hasta la lectura de literatura relacionada con las distintas ciencias. Por parte de la Complutense participarán en este proyecto dos bibliotecarios a los que se les unirán dos profesores de la Universidad de Antioquía (Colombia).

También con la AECID, la UCM lleva a cabo, desde hace tres años, un trabajo con la Universidad de Córdoba (Argentina) para la creación de una biblioteca digital y para la digitalización de su fondo bibliográfico.

Este verano, Javier Gimeno participará también en la organización de grupos de voluntarios que trabajen en Bolivia, en una universidad nueva que cuenta con tres campus, cada uno de ellos destinado a una etnia y a una lengua distinta. A esa iniciativa se unirá otra de grupos que trabajen en Colombia en una biblioteca que se está creando en estos momentos en un barrio marginal de Medellín.

Por último, Gimeno informa también de que la Biblioteca de la Complutense lleva años colaborando con el Ministerio de Cultura en la formación de bibliotecarios latinoamericanos que vienen de manera periódica a nuestra universidad para hacer prácticas.