¿Es posible impartir clases prácticas de historia? Los responsables y matriculados en el curso "Esgrima histórica: del siglo XIV al XVII a través de la espada" tienen clara su respuesta: sí. Y es que como afirma Alberto Bomprezzi, codirector del curso y presidente de la Asociación Española de Esgrima Antigua, "La espada te pone la historia en la mano"
Durante varios siglos, en concreto del XIV al XVII, la espada fue algo más que un arma con la que atacar o defenderse. El tipo de espada que una persona utilizaba le situaba en una u otra clase social. Las destrezas y conocimientos que desarrollaban no solo influían en el desarrollo personal sino también, por ejemplo, en las creaciones artísticas. La espada, como elemento central de las batallas, no solo era objeto de la creación artística, sino que el propio artista estaba influido en su forma de ver la vida, el arte e incluso su sociedad por la formación que había adquirido en el manejo de las armas. No puede ser casualidad que todos los grandes literatos del Siglo de Oro español compartiesen formación militar. Es, pues, posible, como afirma el profesor de la Facultad de Ciencias de la Información, Javier Bernabé, trazar una historia de los siglos XIV, XV, XVI y XVII vinculada al uso de la espada y también lo es "practicar esa historia".
Estudiar historia y practicarla hasta donde sea posible es el objetivo de "Esgrima histórica: del siglo XIV al XVII a través de la espada", nuevo y novedoso curso incluido en la programación de la Escuela Complutense de Verano de este año. De la primera parte, del estudio de la historia, se encargan profesores de los Departamentos de Historia Moderna y de la Comunicación Social de la UCM, como la catedráticas María de Pazzis Pi y Corrales e Ingrid Schulze. Para aportar el segundo ingrediente, la práctica de la historia, el curso cuenta con la total colaboración de la Asociación Española de Esgrima Antigua, con su presidente, Alberto Bomprezzi, a la cabeza, quien además es, junto a la profesora Pi y Corrales, coodirector del curso.
Bomprezzi, quien practicó esgrima deportiva de manera profesional, lleva más de una década dedicado a recuperar y a desarrollar en España la que se ha venido a denominar como esgrima histórica. Bomprezzi defiende que se trata de una práctica más cercana al ámbito de las artes marciales que a la actual esgrima deportiva, en la que el honor, la verdad, el respeto al enemigo, asoman como elementos antagónicos al deseo de victoria a cualquier precio que persigue la esgrima actual. En esta última decada, Bomprezzi junto a sus colaboradores se han dedicado a indagar en los fondos de la Biblioteca Nacional y la Real Academia de la Historia en busca de tratados que describiesen los armamentos utilizados durante la Edad Media y, lo que es más importante, la manera correcta de utilizarlos. El resultado de ese esfuerzo y del conocimiento técnico que han logrado de todo ese armamento, y en particular de la espada en sus diversas modalidades, es la recuperación de los movimientos que hacían con la espada los esgrimistas de aquellas épocas. "Hemos tenido la suerte de que los tratados españoles, a diferencia de lo que sucede en los de otros países europeos, detallan de manera precisa los puntos geométricos de los que partían y a los que llegaban los luchadores. Así, y sabiendo que el principal objetivo de cualquier esgrimista es evitar ser tocado por su contrario, hemos conseguido recrear los movimientos concretos que debían llevar a cabo", explica Bomprezzi.
Los quince matriculados en el curso están descubriendo esos movimientos y armamentos en sesiones prácticas impartidas dos días a la semana por el propio Bomprezzi y sus colaboradores en la Asociación Española de Esgrima Antigua. Otros dos días las sesiones tienen lugar en el aula y consisten en clases teóricas de historia. Los viernes están dedicados a actividades más lúdicas como video-forum, visitas al Madrid de los Austrias, el Museo del Ejército de Toledo, o, como sucederá el último día del curso, al pueblo segoviano de Maderuelo, donde asistirán a una representación de un asedio medieval e incluso tendrán la oportunidad de lanzar con una catapulta.