La universidad, como institución de servicio público, tiene la misión de trasladar a la sociedad los avances del conocimiento. Acaba de concluir en Madrid la décimo primera edición de la Semana de la Ciencia, en la que la Universidad Complutense ha tenido un papel relevante. La casi totalidad de facultades y escuelas universitarias, así como servicios complutenses (Biblioteca Histórica, VISAVET, Oficina de Igualdad de Género y otros) ha acogido conferencias, mesas redondas, visitas guiadas, exposiciones y talleres de esta semana de la ciencia; actividades que han perseguido el objetivo común de acercar, en una relación armoniosa, la ciencia y la tecnología a la sociedad.
El acceso libre a la cultura científica por parte de la ciudadanía implica también el establecimiento de un canal de comunicación entre científicos y ciudadanos, a través del cual los científicos estarán obligados a reflexionar de manera crítica sobre su propia actividad, permitiéndoles, al mismo tiempo, adoptar una actitud más receptiva ante las preocupaciones de la sociedad. No hay avance científico, tecnológico o del conocimiento que no tenga su aplicación en la vida cotidiana de las personas. Es en este entorno en el que la universidad pública encuentra de manera rotunda su razón de ser.
La Complutense ha impulsado más de doscientos actos de esta semana de la ciencia, en los que sus expertos e investigadores han expuesto sus avances en diversos campos del conocimiento como la geología, la astrofísica, la psicología o la prehistoria. Elementos del conocimiento que han servido también para que la sociedad conozca de forma directa el trabajo de estos expertos, sus inquietudes, sus dudas y sus aspiraciones.
Al considerar la investigación como principal fuente de conocimiento, la UCM cuenta con cerca de quinientos grupos de investigación de primer nivel internacional que abarcan, prácticamente, todas las áreas del conocimiento. De primordial importancia para mantener esta actividad son las instalaciones con las que cuenta la UCM bajo la denominación genérica de Centros de Asistencia a la Investigación (CAIS). Aunque su uso está dirigido a los profesores de la Universidad Complutense, estos centros sirven también para aquellos estudiantes que forman parte de sus programas de investigación. Los CAIS de la UCM proporcionan servicios a centros públicos y privados, nacionales y extranjeros, mediante convenios, conciertos y acuerdos.
Es cierto, por tanto, que la Universidad Complutense cuenta con un gran potencial investigador, cuyos efectos traspasan nuestras fronteras. Pero no es menos cierto que ese trabajo no se hace en las mejores condiciones por la evidente falta de recursos. La UCM, a pesar de estas limitaciones presupuestarias, no renunciará al desarrollo de una investigación de calidad y a transferir los logros de la misma a la sociedad. Mediante una gestión eficiente y la captación de nuevos recursos, la UCM impulsará la labor investigadora de sus miembros, facilitará el relevo generacional de forma flexible, aumentando la visibilidad de la investigación en curso. En definitiva, acercando a la sociedad la ciencia, la tecnología y el conocimiento, incrementado el saber de la ciudadanía y facilitando su comprensión del universo que la rodea.