Del 15 al 18 de noviembre se ha celebrado en la Facultad de Filosofía (las dos primeras sesiones) y en la sede de la Fundación Ortega y Gasset y Gregorio Marañón, un congreso internacional sobre Ortega y Gasset con motivo de la nueva edición de sus obras completas. En palabras de Javier Zamora, director del Instituto de Estudios Orteguianos, no se ha tratado solo de hablar de un nuevo producto editorial, que también, sino de analizar qué nuevas lecturas de Ortega se pueden hacer a través de sus textos. Y es que la nueva edición de sus obras completas -existía una edición anterior de 1955 de seis volúmenes, ampliada en 1983 en otros tantos- amplía y completa la hasta ahora existente con la publicación de trabajos inéditos y textos en revistas, periódicos y libros que no habían sido localizados anteriormente. Los trabajos que han deparado esta nueva edición se iniciaron en el año 2000 y en ella han participado decenas de filólogos e historiadores. "En realidad, el proyecto se remonta mucho tiempo atrás -señaló el director del Instituto de Estudios Orteguianos-, a las notaciones que Soledad Ortega Spottorno escribía en el margen de los manuscritos de su padre: «Para las completísimas»".
La nueva edición contiene, además, datos cronológicos -se han fechado todos los manuscritos inéditos- y bibliográficos, junto a un completísimo índice de conceptos, elaborado por el filólogo Domingo Hernández, incluido en el décimo y último tomo de la obra.
ausente en los temarios
Javier Zamora afirmó que uno de los grandes objetivos de estas obras completas es afianzar y engrandecer la figura de Ortega en los estudios académicos y, especialmente, en la universidad. Algo que, a juicio del decano de la Facultad de Filosofía, Rafael Orden, no solo es recomendable sino también necesario. Y es que, de acuerdo con el decano, en la Facultad en la que Ortega ocupó durante más de 25 años la cátedra de Metafísica -en diciembre se cumplen 101 años de su toma de posesión- apenas se le lee, y cuando se hace quizá sea demasiado tarde. Es, para el decano de Filosofía, un grave error de los docentes de su Facultad no incluir la lectura de Ortega entre las obras recomendadas para sus estudiantes de primeros cursos. Él mismo, según señaló, comprendió qué es realmente la filosofía y por qué quería emprender esos estudios cuando leyó a Ortega. "Olvidamos a Ortega-asumió el decano- y en su lugar hablamos de Platón, Descartes, Wittgenstein o Kant, cuando es Ortega quien realmente nos aclara qué es la filosofía y por qué estamos en esta Facultad". El principal motivo de la ausencia de Ortega de los temarios es, a juicio del decano, el hecho de que no se trate de un filósofo sistemático y, por lo tanto, se haga incómodo para dar en clase. "También es incómodo Platón, pero sus textos los hemos tergiversado y manipulado. Con Ortega no lo hacemos, porque no es fácil tergiversarlo", concluyó el decano, comprometiéndose a hacer todo lo posible para evitar esa ausencia de Ortega en su propia Facultad.
La conferencia inaugural del congreso estaba previsto que la impartiera Thomas Mermall, catedrático de Literatura Española en el Brooklyn College y en la Citiy University of New York, además de gran experto en Ortega y autor, entre otras muchas obras, de una edición crítica sobre La rebelión de las masas. Mermall falleció el pasado mes de septiembre, pero antes ya había escrito el texto que pretendía hacer llegar a los participantes en el congreso. El secretario general de la Fundación Ortega-Marañón, Jesús Sánchez, leyó las palabras que Mermall había preparado. "Ahora, las cosas están en su sitio, los cabos sueltos bien atados. Tenemos a un Ortega completo y bien ordenado gracias a la ingente, meticulosa, paciente labor filológica y editorial de este equipo, al que hoy felicitamos; a todos los que han tenido arte y parte en esta empresa: ¡gracias!", escribió Mermall, para quien Ortega, junto con Unamuno, ha sido "el máximo intelectual público del siglo XX".