Como todos los jueves, a partir de las siete de la tarde, en el polideportivo de Somosaguas se entrenan los dos equipos de baloncesto que representan a la Universidad Complutense en las competiciones interuniversitaria. Separados por una gran lona, de las dos que hay para dividir la pista a lo ancho y que tres equipos puedan entrenar a la vez (también están por allí los chicos de voleibol), Olga Allen y Fran Martínez dirigen los calentamientos de sus jugadores. De vez en cuando Fran se asoma a la otra parte de la lona y bromea con Olga y con sus jugadoras. "Ellas son ahora las que mandan", señala el entrenador del equipo masculino mientras vuelve a su lado de la pista.
En efecto, si se miran las clasificaciones de la pasada temporada el equipo femenino de baloncesto está muy por encima de su homólogo masculino. Mientras ellas se proclamaron campeonas de Madrid y subcampeonas de España, ellos se tuvieron que conformar con un más que discreto quinto puesto en la competición universitaria madrileña. "La verdad es que tuvimos una temporada desastrosa -comenta Fran. La culpa seguramente fue mía por ser muy blando y por buscar resultados a corto plazo. Ahora estamos empezando casi de cero, mirando las cosas de otra manera, buscando sobre todo el compromiso de los jugadores con el equipo y marcándonos los objetivos a un medio plazo de dos o tres años".
No obstante y pese a los éxitos, el equipo femenino también presenta muchas caras nuevas esta temporada, aunque el motivo, a diferencia de lo que ha ocurrido con el de los chicos, no es otro que el de la obligada "jubilación" de las jugadoras que han finalizado sus estudios. Pese a ello, Olga Allen se muestra optimista y ambiciosa. "De las 18 fichas, 11 son de gente nueva, pero en conjunto creo que este año nuestro nivel medio es más fuerte que el del pasado año. Se han ido chicas muy importantes para nosotras como la capitana, Pilar, y Veva. Ambas aportaban mucho en la pista, pero también mucho fuera de ella, que para un equipo es casi igual de importante. A cambio hemos incorporado a cinco chicas que juegan en la Liga Femenina 2, y que como digo nos han hecho subir el nivel del grupo".
Las incorporaciones del equipo masculino proceden en su mayoría de las ligas internas de la Complutense. "Hemos buscado gente para la que el equipo de la Complutense sea, si no su único equipo, ya que hay cuatro o cinco jugadores que juegan también en equipos federados, sí algo importante. También hemos recuperado algún veterano, justo para que pueda transmitir a los más jóvenes ese sentimiento de equipo".
La temporada para ambos conjuntos ha empezado bastante bien. Las chicas cuentan sus partidos por victorias, mientras que los chicos se han impuesto en tres de sus cuatro primeros encuentros. "Hay que ir poco a poco -señala Fran-, partido a partido. Sabemos que con equipos como el de la Politécnica en el que casi todos sus jugadores juegan en EBA (tercera categoría del baloncesto profesional en España) lo normal es que poco podamos hacer, pero tampoco nos ponemos topes, hay que ver cómo evoluciona el equipo y cómo vamos trabajando. Tenemos jugadores, como digo, muy jóvenes, pero con calidad y la mayoría de ellos si quisiera podría jugar en categoría nacional". Que el equipo no cuente con jugadores que participen en competiciones de mayor nivel, no obstante, no se debe solo a esa voluntad de Fran de "hacer equipo", sino también a la imposibilidad que tendrían esos jugadores de compaginar los partidos de sus clubes con los de la UCM, ya que en su mayoría se juegan los sábados, al igual que los del equipo complutense.
"Nuestro objetivo -habla ahora la entrenadora del equipo femenino- a la fuerza tiene que ser ambicioso. Si el año pasado quedamos segundas de España no podemos pensar en otra cosa que no sea ser campeonas. No obstante, hay que ir paso a paso. Sabemos que en Madrid solo hay un par de universidades que nos pueden dar problemas, la Politécnica y la Rey Juan Carlos, y nuestro primer objetivo, por tanto, es ganarlas y quedar primeras en Madrid, ya que además, según se ha empezado a escuchar, es posible que este año solo vaya al campeonato de España un equipo de Madrid".
Fran ha vuelto a su lado de la lona y anima a sus jugadores para que se empleen al máximo en el ejercicio de rebote y contraataque que les ha propuesto. Olga, por su parte, se reúne con sus chicas para ultimar la estrategia de cara al partido amistoso que van a jugar con el Canoe. "Me gusta organizar partidos amistosos para poder poner en práctica todo lo que hemos entrenado", concluye Olga.
Importantes en la pista, necesarios fuera de ella
Los capitanes de los dos equipos interuniversitario de baloncesto de la UCM son Tara y Sergio. Ella juega de base y él de escolta. Ambos, por tanto, tienen mucho que ver en la manera en la que juegan sus equipos, pero también -en ello va esto de ostentar la capitanía- en lo que ocurre fuera de la cancha.
Tara sustituye al frente de sus compañeras a Pilar, toda una institución, según señala Olga, la entrenadora. La propia Tara asume que sustituir a su antecesora va a ser difícil, sobre todo en lo que a organización de fiestas se refiere. "Ella para eso era única. Yo organizaré una cena en Navidad y ya veremos si surge algo más...", comenta entre risas. "Yo este año, al haber tanta gente nueva, tengo que ir poco a poco. El objetivo es que haya buen ambiente entre todos, y para lograrlo hay que utilizar cualquier excusa. Ahora por ejemplo, aprovechando que es mi cumple ya les he dicho a todos que si ganamos invito yo a tomarnos algo".
Tara y Sergio también tienen claros los objetivos de este año. Para Sergio lo importante es ir "haciendo un equipo que en un plazo de un par de años esté preparado para objetivos mayores". Tara, por su parte, cree que este año puede ser el de ellas. "Nuestro objetivo es ganar. También pasarlo bien, pero lo primero ganar el campeonato".