La asignatura Psicología Comunitaria, que se imparte a los estudiantes de quinto curso de la licenciatura de Psicología, propone cada año a sus alumnos que lleven a cabo un trabajo en grupo, que, según explica la profesora María Luisa Vecina, "utilizando técnicas y metodologías psicológicas manipule la realidad e interfiera en ella". Así, desde hace muchos años es tradición que un grupo de los alumnos de la asignatura ponga en marcha una campaña para promocionar la donación de sangre entre los estudiantes, y que según señala la profesora Vecina, propicia que cada año durante esos días se baten récords de donación de sangre en el autobús que la Comunidad de Madrid sitúa junto a la Facultad.
Este año a esa campaña se han sumado otras dos. Una intentaba motivar la participación del alumnado en las clases. La tercera, y sin duda la más llamativa, buscaba alertar sobre el derroche de alimentos que se lleva a cabo en el mundo occidental. Para ello, tomaron como campo de actuación la cafetería de su propia Facultad. Según explica una de las integrantes del grupo que ha llevado a cabo la campaña, antes de las navidades decidieron cuantificar los desperdicios que se echan a la basura durante la hora de comer. El resultado fue entre 5 y 6 bolsas llenas de comida que, "simplemente la gente ha decidido poner en su bandeja y luego no la ha comido".
El grupo, formado por 18 estudiantes de la asignatura, se puso entonces mano a la obra y diseñó una campaña que se ha llevado a cabo del 16 al 19 de enero. Se trataba de concienciar a sus compañeros, de informarles, y, a la vez, de llamar su atención. Para ello, los días anteriores al inicio de la campaña llenaron la facultad de carteles en los que una gran D mayúscula ocupaba la parte central de la por todos reconocida señal de "Stop". Del lunes 16 al jueves 19, esos carteles presidieron la mesa informativa en la que se turnaron los dieciocho miembros del grupo. A la vez, cada uno de los días proyectaron en una sala cercana una serie de documentales sobre diferentes aspectos relacionados con el derroche alimentario. Pero, sin duda, lo que más llamó la atención de los estudiantes de Psicología que se acercaron a comer a la cafetería durante esos días fue la presencia de dos de sus compañeros disfrazados de vaca y de gallina, que no solo les miraban cuando iban a dejar su bandeja en el carro al terminar de comer, sino que les decían frases como que con los alimentos que se desperdician cada día en la Unión Europea se podría alimentar hasta dos veces a las 25.000 personas que cada día mueren de hambre en el planeta.
Un blog para concienciar
Los estudiantes de Psicología Comunitaria no se han limitado a acometer acciones en su propia Facultad, sino que también han intentado a través de Internet llevar su campaña de concienciación un poco más allá. Para ello han abierto un blog, yonodespilfarro.blogspot.com, en el que han colgado algunos textos sobre el derroche de alimentos, los enlaces a los cuatro documentales que se proyectaron durante la campaña, y también un perfil de la persona que han elegido como referente para esta actuación. Se trata de Tristam Stuart, activista de Oxfam y famoso por escribir cuando apenas tenía 10 años una carta al presidente de McDonalds que propició que el gigante de la comida rápida cambiara sus envases contaminantes. Aquello, en sus propias palabras, le enseñó "que uno a uno podemos mejorar el mundo".