La 2011-2012 está siendo para el equipo de fútbol de la UCM una temporada de transición. Tras varios años al frente del equipo, el entrenador Mario Rivera dejó el puesto obligado por sus compromisos profesionales. El relevo lo cogió Iván Nieto. "El inicio no fue fácil. Empezamos un poco tarde y yo no conocía bien a los chavales. Poco a poco creo que estamos creciendo como equipo, aunque la verdad es que entre las navidades y el periodo de exámenes de febrero tampoco estamos pudiendo trabajar todo lo que quisiéramos".
En estos momentos el equipo ocupa la cuarta posición en el Campeonato Universitario de Madrid, sin posibilidades ya de clasificarse para el Campeonato de España, al que este año solo irá el primer clasificado en la competición madrileña. "Nuestro objetivo -señala Iván- es, por supuesto, quedar lo más arriba posible en la clasificación, pero ya que este año importa poco quedar segundo, tercero o cuarto, lo más importante es seguir creciendo como equipo y crear una base que nos sirva para el próximo año".
Como Iván señala, lo lógico es que buena parte de los jugadores que forman la plantilla de este año, se mantenga el próximo curso. "Normalmente, un equipo universitario tiene 5 ó 6 bajas cada año debido a la gente que acaba la carrera. En nuestro caso, creo que más o menos estará por ahí, lo cual nos permite ir ya trabajando para la próxima temporada".
En palabras de Iván, el equipo de la UCM se caracteriza más por su intensidad y lucha que por su trato exquisito del balón, aunque esto no se deba a la falta de condiciones técnicas de los jugadores, sino más bien a las características de la propia competición. Y es que según explica el entrenador, en muchos campos, incluido el que utiliza el equipo cuando juega de local, en las instalaciones deportivas de la zona Sur, no es posible "jugar el balón por abajo". Son campos, según señala, que tienen bastantes baches y un césped un tanto irregular que provoca continuos botes del balón. "A comienzos de temporada -comenta Iván- intentamos jugar el balón por abajo, controlar más el juego combinando en el centro del campo, pero vimos que así no podíamos seguir, ya que con un simple mal bote el rival te robaba el balón y se presentaba solo en nuestra portería".
Así pues, Iván, de acuerdo con sus jugadores, han optado por jugar como un bloque unido que lucha cada balón para, en cuanto lo recupera, lanzar a sus rápidos delanteros. "En estas circunstancias, creemos que es la mejor opción", afirma el entrenador.
La plantilla de este año es de 23 jugadores. La mayoría de ellos, curiosamente, son estudiantes de fuera de Madrid. "Los de aquí suelen jugar en otros equipos y yo quiero que la gente esté comprometida con el equipo y venga a los entrenamientos", justifica Iván.