El presidente de la Asociación Creadores de Moda de España explicó cómo las firmas tratan de subsistir en un ámbito dominado por empresas como Inditex
"No me preguntéis mucho de moda, que no tengo ni idea. En este país si alguien tiene que hablar de moda es Amancio Ortega". Así comenzó el modisto Modesto Lomba su intervención en "La maestría es un grado", el ciclo de conferencias que la Facultad de Geografía e Historia organiza por segundo año consecutivo para acercar a la universidad a grandes maestros de las más diversas áreas. Y es que, de acuerdo con el máximo responsable de la firma Modesto&Lomba, la consolidación de empresas como Inditex, que imitan los diseños de las más prestigiosas firmas y los venden a precios muy asequibles, supuso un antes y un después para el mundo de la moda. Desde entonces, las firmas de alta costura y, aún más las españolas, ocupan una cuota de mercado mucho más marginal. "Me gusta pensar -señaló Lomba- que lo que yo hago es crear una idea y que en ese entorno que nos rodea es la industria la que convierte esa idea en un fenómeno de moda".
Aún así, de acuerdo con Lomba, por suerte "gente como yo dormimos por la noche y no nos vemos obligados a hacer otras cosas para subsistir". "¿Qué cómo lo conseguimos? -se preguntó el propio modisto-. Pues engañándote para que te compres una prenda que no necesitas", se respondió, explicando el papel que juegan en ese "engaño" los desfiles en las más prestigiosas pasarelas. "Allí es donde mostramos, no lo que queremos vender, sino nuestro espíritu, nuestra personalidad, nuestra filosofía. Y lo hacemos vistiendo con prendas imposibles a chicas y chicos altísimos, delgadísimos y guapísimos. Y luego gracias a ese traje imposible que llevaba esa chica, la gente compra un traje de chaqueta de lo más normal, al que yo doy un pequeño toque, pero que en realidad no necesita para nada".