Pasarán los años, la mayoría terminará sus estudios universitarios y muchos ni siquiera recordarán el nombre de sus profesores de primer curso de carrera. Pero de la Selectividad, de los temas que tuvieron que contestar, de cómo llegaron ese día al enorme edificio en el que se iban a examinar, pocos se olvidarán.
Para la mayor parte de los 10.527 estudiantes, que según las cifras oficiales, realizaron la Selectividad en la Universidad Complutense entre el 5 y el 7 de junio, la Prueba de Acceso a las Enseñanzas Universitarias de Grado, como hoy se denomina a estos exámenes, no deja de ser un paso más en su formación, una barrera que deben atravesar para entrar en la universidad. El día 21 de junio conocerán si ese rubicón les permitirá continuar el camino que ellos mismos se han diseñado o, por el contrario, deberán elegir otro. Firas Fansa Fernández es uno de los que el año pasado su nota, un excelente 11,55, no le permitió hacer realidad su intención, o más bien vocación, de matricularse en la Facultad de Medicina de la UCM. Firas decidió no matricularse en alguna universidad privada ni tampoco en una pública de fuera de Madrid. Tampoco quiso estudiar Enfermería o Fisioterapia. "Tras darle muchas vueltas, pensé que solo tenía 18 años y que con esa edad no tenía que tener prisa. Así que me fuí tres meses a Irlanda a aprender bien inglés y desde enero hasta mayo he estado en una academia preparando bien la selectividad". Así pues, Firas era el pasado día 5 de junio uno de los muchos estudiantes que esperaban para comenzar sus exámenes en la Facultad de Derecho. Para lograr subir el punto que calcula que más o menos le hace falta para entrar en Medicina, Firas decidió volver a examinarse tanto de la parte general como de las específicas de la prueba. Si las cosas no le salen como espera, esta vez Firas tiene claro que si es necesario se irá fuera de Madrid a hacer realidad su vocación de estudiar Medicina.
No a muchos metros de Firas, esos mismos días de junio, en la Facultad de Informática, estaba Pablo González Armenteros. Para él la Universidad no es algo nuevo. De hecho, durante este curso ha acudido a diario a la Facultad de Ciencias Políticas, donde ha cursado primero de Antropología. Pese a haber aprobado alguna de las asignaturas, Pablo ha vuelto a enfrentarse a la Selectividad, con la intención de lograr la nota mínima para matricularse en Relaciones Internacionales. Si lo logra, perfecto; si no, tendrá unos días para decidir si continúa Antropología, se matricula en otra universidad o se va a Estados Unidos. "Soy así de radical".
