Por Sergio Fernández Ruiz, vicepresidente de la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Madrid
El sistema sanitario español goza de un gran aprecio y consideración internacional que se basa en 4 hechos: la cobertura universal, la gratuidad en el momento del uso y por lo tanto su gran accesibilidad, la elevada calidad de sus prestaciones, y por si fuera poco su comparativamente bajo coste. A pesar de ello el gobierno del PP, a nivel central y en las CCAA esta empeñado en su desmantelamiento y su privatización.
Esta estrategia se ha concretado en el RD ley 16/2012 y en algunas medidas como el denominado "Plan de sostenibilidad" de la Comunidad de Madrid. Llama la atención que el PP no se atreva a llamar las cosas por su nombre y en lugar de reconocer que pretende privatizar el Sistema Nacional de Salud (SNS) utilice eufemismos recurriendo en ocasiones a eslóganes inventados sin reconocimiento en el diccionario, como el de las "externalizaciones" que encubre las privatizaciones sistemáticas.
Se plantean algunas cuestiones clave:
- Cambiar el modelo sanitario de un modelo de SNS con cobertura universal en el que la ciudadanía sea la que confiere el derecho a la atención sanitaria, por otro en el que se vuelve al aseguramiento (a pesar que desde el Pacto de Toledo, hace 17 años, la financiación proviene exclusivamente de los impuestos). De paso se ha excluido a los inmigrantes no regularizados en un acto de flagrante sadismo.
- Establecer copagos para el acceso a las prestaciones sanitarias, que serán cada vez mayores. Se ha empezado por los medicamentos, luego están el transporte sanitario, las dietas, las prótesis, etc y se irán ampliando porque el RDL contempla que solo serán gratuitas las prestaciones de la cartera básica y estas se van a revisar en breve. El resultado es que cada vez mas personas, las mas pobres y las mas enfermas, no podrán acceder a las prestaciones sanitarias que necesitan para mantener su vida y/o su salud.
- Por fin la privatización de las prestaciones sanitarias que se quiere dejar en manos de empresas privadas, extendiendo las concesiones a estas empresas y privatizando los centros públicos o semipúblicos como se pretende hacer en Madrid. Es bien conocido que las empresas privadas sitúan el ánimo de lucro por encima del derecho a la salud y de las necesidades asistenciales, y que multiplican los costes.
- Lo que realmente se pretende es volver a un modelo de seguros, fragmentando el aseguramiento para favorecer a los seguros privados , de manera que se avance hacia una situación en que muy probablemente se establezca un sistema de seguros privados para los sectores económicamente mas poderosos (probablemente favorecidos por desgravaciones fiscales, con lo que todos subvencionaremos estos seguros), un sistema de Seguridad Social pública de baja calidad y prestaciones limitadas para los trabajadores, y un sistema de beneficencia de calidad ínfima para el resto de la población. Si se consiguiera se vería seriamente perjudicada la salud de la mayoría de la población.
La salud no se vende... se defiende
