Una decena de profesores y estudiantes de las facultades de Informática y Matemáticas, a través del grupo G Tec-UCM está colaborando con el ayuntamiento de Madrid para desarrollar una aplicación para móviles y otras mejoras del proyecto "Camino seguro al cole".
El proyecto "Madrid a pie, camino seguro al cole", fue creado hace cuatro años por el Ayuntamiento de Madrid para, como explica la profesora Victoria López, "fomentar la autonomía y la percepción de seguridad de padres y niños en la ciudad".
En concreto, el proyecto supone la elaboración de "arañas de seguridad" en el camino que conduce por la ciudad a los niños de 23 centros escolares madrileños. Hasta ahora el trabajo ha sido "manual", a través de la confección de plantillas en las que se han marcado los itinerarios seguidos por los escolares de estos centros desde sus domicilios a las aulas, viendo cuáles son los más concurridos. A esos itinerarios se les ha bautizado como "caminos seguros al cole" y han contado con la vigilancia de la policía municipal. "Se han puesto señales en el camino e incluso han animado a los comercios a participar, dando a los que cumplían una serie de requisitos la denominación de comercio amigo del niño. Nosotros, a través del grupo G-Tec de la UCM, que desde hace unos meses tenemos un convenio de colaboración firmado con el Ayuntamiento, nos hemos ofrecido a colaborar y mejorar en la medida de lo posible el proyecto", explica la profesora López, quien junto al también profesor de la Facultad de Informática Jesús Escribano coordinan la participación complutense en el proyecto.
La colaboración complutense es en varios niveles. En primer lugar, los estudiantes Héctor Martos, Álvaro Bustillo y Arturo Callejo, todo ellos de quinto curso de Ingeniería Informática, trabajan en el desarrollo de una aplicación para móviles Android. Con ella se pretende no solo que los padres y niños de los veintitrés centros escolares que participan en el proyecto -y que el Ayuntamiento pretende en un futuro ampliar a todos los colegios madrileños- puedan ver las arañas de seguridad en sus teléfonos o tabletas, sino que también puedan enviar sus rutas para actualizar los itinerarios o crear otros nuevos, e incluso crear otras series de funcionalidades, como pudiera ser la de informar al Ayuntamiento de los desperfectos que se encuentren en el camino o de la valoración que tanto padres como hijos hicieran de los comercios adheridos al proyecto. "También -añade la profesora López- queremos crear otra aplicación que permita ver la manera más rápida de llegar desde el domicilio de los niños a la araña de seguridad, ya sea en coche, transporte público o andando".
Pero como explican los estudiantes y profesores, la colaboración complutense es aún si cabe más ambiciosa. Para ello se han sumado la profesora de Matemáticas Inés Gómez Chacón y sus estudiantes de último curso Rocío Colina y Beatriz Municio. "En las arañas -explican- el Ayuntamiento ha medido la seguridad desde un modo podemos decir que intuitivo, algo que desde el punto de vista matemático es insuficiente. Por ello estamos introduciendo otra series de factores que efectivamente permitan valorar la seguridad de los caminos, como por ejemplo el tamaño de las aceras, el número de pasos de peatones, la existencia o no de semáforos, y a la vez incluyendo también la valoración que los padres y niños hacen de esa seguridad. Con todos estos datos haremos una escala de seguridad de los caminos y veremos si coinciden o no con las que hay ahora".
Todavía hay más. "Para que nada falle -cuenta la profesora López- propusimos al Ayuntamiento que una persona nuestra, en este caso la alumna de Informática Marian Saucedo, tuviera acceso al servidor del propio ayuntamiento para poder supervisar que lo que estamos haciendo se adapta a las herramientas informáticas y estándares que ellos manejan, y así realmente poder ver que lo que estamos haciendo funciona donde tiene que funcionar".
La colaboración del grupo G-Tec de la UCM con el Ayuntamiento de Madrid no es nueva. De hecho, ya el pasado curso desarrollaron la aplicación para móviles del proyecto Recycla.me, en la que siguen trabajando ahora en una versión para adultos, y está implicado en otra serie de proyectos como el de la creación de un mapa de recursos ambientales o de una guía virtual del Parque del Retiro. "Esto es bueno para la UCM porque hacemos que la sociedad se beneficie de nuestro trabajo, y es bueno también para nuestros alumnos que pueden ver como sus trabajo se convierte en aplicaciones reales, lo que en un futuro en su currículo puede tener gran importancia", concluye la profesora Victoria López.
