El huerto agroecológico de Somosaguas ya lleva tres años en funcionamiento. Profesores y estudiantes han convertido un espacio degradado en un lugar de debate y aprendizaje en común
Hace tres cursos, en la parte trasera de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología, un grupo de estudiantes apoyado por uno de sus profesores decidieron crear en un trozo de terreno hasta entonces sin uso, un huerto urbano ecológico que denominaron "Sabia Bruta". Según cuenta Irene, estudiante de Sociología, asidua al huerto desde su llegada a la Facultad el pasado año, aquellos alumnos ya acabaron sus estudios, pero el huerto "quedó aquí para todos los que quieran venir. Más que plantar o producir, lo interesante de este huerto -continúa Irene- es que es un espacio común basado en la horizontabilidad, ausencia de jerarquías, la colectividad y la participación, en el que llevar a cabo un aprendizaje agroecológico, a la vez que debatir y reflexionar sobre los más diversos temas".
Por el huerto pasan, según explica Irene, alrededor de una decena de personas de manera habitual. "Pasamos cuando tenemos un hueco. No tenemos un día ni una hora fija, aunque seguramente es algo que nos plantearemos en la próxima asamblea que celebremos, ya que así será más fácil que se nos vaya uniendo más gente"
Uno de los últimos en sumarse al colectivo ha sido Julio César, estudiante de Antropología Social que supera los cincuenta años. Aunque, como señala, "aquí todos aprendemos de todos y cada uno aporta lo que sabe", lo cierto es que desde su llegada el huerto ha tomado una nueva dimensión. Julio César, quien en su país, México, estudió comercio, filosofía y también agroecología, planteó a sus compañeros la posibilidad de modificar el sistema de surcos empleado hasta este momento en las siembras por el de bancales, ya que además de permitir un mayor aprovechamiento de los recursos permitiría implantar en el huerto un método biointensivo sustentable. "La idea -explica Julio César- es que el huerto sea autosuficiente y sustentable, y el método biointensivo nos lo permite, ya que está basado en tres principios básicos: la preparación de la cama con un bancal profundo, la producción de composta y la rotación de cultivos".
El colectivo decidió hace unos meses seguir los consejos de su compañero y tras mucho trabajo las primeras cosechas ya están comenzando a aparecer. "Tú alimenta al suelo y él generosamente te dará más comida", explica Julio César.