La última Encuesta de Población Activa sitúa en el 57,22 por ciento el porcentaje de jóvenes menores de 25 años en paro, más de 960.000. Si se les añade los otros 880.000 que la EPA sitúa en paro en el segmento de edad de entre 25 y 29 años, la situación no puede ser más dramática: más de 1.800.000 menores de 29 años no tienen trabajo en nuestro país. Con un sector público que no ofrece empleo y uno privado que tiende a destruirlo, muchos jóvenes están apostando por lo que, con poco respeto al castellano, dicho sea de paso, se ha venido a denominar como "emprendimiento".
En el ámbito universitario la salida emprendedora cada vez está mejor valorada. El ejemplo al que se suele recurrir para reflejar esas grandes posibilidades es el Entrepreneurship Business Center del MIT, en Estados Unidos, "donde han conseguido crear mas de 25.000 empresas en los últimos quince años, dando empleo mas de 3 millones de personas y produciendo el equivalente a la undécima economía del mundo, solo las empresas creadas desde la universidad", como escribía en el número anterior de Tribuna Complutense Javier Sanz, director del idea Business Center y del máster in Entrepreneurship, que se imparte en la UCM. Por supuesto, la realidad española es otra. No obstante, como coinciden en señalar la mayor parte de los recién titulados que forman parte de este reportaje dedicado a los proyectos emprendedores galardonados en la II edición del Premio Emprendedor Universitario UCM, salir adelante, convertir una idea en una empresa, incluso ser capaz de ganarse la vida con ella, es posible. No es fácil, pero es posible. Exige, como afirma Fernando Carruesco, uno de los premiados, "ser proactivo. A los problemas hay que buscarles sus soluciones", o como resalta Israel Martín-Fontecha "en asumir que el modelo de terminar la carrera y que una empresa te contrate, ya apenas ocurre".
Este reportaje no pretende afirmar que este sea el único camino, ni mucho menos, ni de no advertir que a veces los proyectos acaban en fracasos, sino simplemente mostrar cinco ideas que van en camino de hacerse realidad. De mostrar que a veces, aunque sea difícil, como sus protagonistas afirman, "es posible".
Más que una editorial digital
Hieronymus Project, SL Este es el nombre de la idea (o ideas) ya hecha empresa, que le ha valido a Israel Martín-Fontecha, Jesús Miguel Santos, Carlos Gutiérrez y Luis Aguayo, el premio al proyecto empresarial patrocinado por Madrid Emprende en esta segunda edición de los Premios Emprendedor Universitario UCM. Como cuentan Israel y Jesús Miguel todo parte de una idea inicial que poco tiene que ver con lo que hoy pretende ser Hieronymus. Todo se inició cuando Israel preparaba un trabajo de Filología Románica -también ha cursado Hebrea- sobre una gramática en siete lenguas. Fue en ese momento cuando vio la cantidad de tiempo que hubiese ahorrado si existiera un recurso en Internet que relacionara esas siete lenguas sobre las que trabajaba. "Ahí me vino la idea, que es la base de Hieronymus, de interrelacionar recursos electrónicos para usarlos desde un único software", cuenta Israel.
Israel pensó que un campo idóneo que podía aprovechar esa idea de interrelacionar recursos electrónicos era el editorial. Se dio cuenta de que lo que hoy se llama libro electrónico en realidad no es más que una fotografía, un PDF, de la obra impresa, sin aprovechar otras potencialidades de la informática y las redes. "Nuestra idea -habla Jesús Miguel- es crear una plataforma que mezcle recursos como dropbox, facebook y youtube, de tal manera que a un texto le puedas ir añadiendo los comentarios, archivos, vídeos, fotografías, etcétera, que consideres conveniente, para de esa manera convertir ese texto original en algo único, propio". "Incluso -añade Israel- el propio autor puede ir actualizando, si así lo cree conveniente, su propio texto, enriqueciéndolo con las aportaciones de los demás".
Israel, Jesús Miguel y el resto del equipo de Hieronymus, formado junto a ellos por tres informáticos, un ingeniero físico y tres diseñadores de marketing, lleva ya varios meses trabajando en la plataforma. "Vamos lentos, pero seguros. Lo estamos haciendo con poco dinero y en esto, menos dinero significa más tiempo. Si no puedes comprar un pequeño programa para, por ejemplo, relacionar las bases de datos, porque te vale 6.000 euros, entonces te lo tienes que hacer tu mismo y eso significa más tiempo".
La idea es que la plataforma esté lista no más allá del final del próximo verano. El proyecto de negocio consiste en facilitar a pequeñas y medianas editoriales una versión gratuita de la plataforma y a aquellas que quieran utilizarla con todas sus aplicaciones venderles una versión premium. "Esperamos sacar beneficios, además de con la venta de las versiones premium, de las propias ventas que las editoriales hagan de este nuevo concepto de libro electrónico, ya que nos tendrán que pagar un porcentaje si su cliente lo compra para leerlo y trabajarlo con nuestra plataforma", apunta Jesús Miguel, quien estudió Derecho y se encargará de los aspectos más empresariales de la empresa. Además de para la obra literaria, sus creadores consideran que la plataforma es idónea para el estudio de manuales, la construcción de apuntes o, por ejemplo, los libros de instrucciones.
Ligado al proyecto base, los creadores de Hieronymus han puesto recientemente en marcha una consultoría en la que "ofrecemos todo aquellos que sabemos hacer, desde servicios de marketing, de puesta en marcha de una página web, posicionamiento SEO, temas de protección de datos...", concluye Israel.
Más que apps
También en los próximos meses tiene previsto salir al mercado Upplication, la empresa que han creado, con la ayuda de un empresario, tres recién titulados de la UCM: Víctor Rodado, licenciado en Periodismo, y José Luis Vega de Seoane y Juan Sicilia, ingenieros informáticos ambos. En este caso el "eureka" que luego se ha ido perfeccionando le corresponde a Víctor, el periodista. Fue cuando intentaba realizar un reportaje para el blog emprendologia.com, que él mismo había creado. La información era sobre experiencias empresariales en el mundo web y su extensión a aplicaciones para móviles o tabletas, las apps. Víctor se dio cuenta de que mientras en el mundo web había muchas páginas dedicadas a la creación de webs específicas para negocios, que permiten que prácticamente cualquier empresa pueda tener su propia página en unas pocas horas; esa aplicación, valga la redundancia, no existía para las apps.
Víctor les contó a sus amigos Juan y José Luis la idea que había tenido y a este último le correspondió, según ellos mismos dicen, el honor de tener la "superidea": satisfacer la necesidad de cualquier empresa o emprendedor de llevar su negocio al mundo móvil, "haciéndole nosotros todo sin necesidad, como ocurre con otros que ya están ahora dando este servicio, de tener ningún conocimiento de desarrollo web. Además de hacerles su app según sus necesidades, les daremos esa misma aplicación para su web, y lo que es muy importante les garantizaremos un posicionamiento alto en buscadores y tiendas de apps", explica José Luis. "Esto último es muy importante -añade Juan- ya que hoy por hoy las pymes apenas tienen presencia online, y nosotros al hacer su app bajo parámetros SEO (optimización en buscadores) y ASO (optimización en buscadores y tiendas de apps) les garantizamos que en muy poco tiempo tendrán esa presencia".
En su proyecto, como explica Juan, embarcaron a su tío, empresario de gran experiencia, que pronto quedó convencido de las posibilidades de convertir en negocio la idea de su sobrino y sus amigos. Decidió invertir e implicar a gente con experiencia empresarial en el proyecto. "Somos -señala Víctor- un híbrido que mezcla juventud, fuerza e ilusión con el empaque nos da gente con gran experiencia en los negocios".
El objetivo es que Upplication (que en los premios UCM ha recibido el patrocinado por el Parque Científico de Madrid) esté operativo en pocos meses, y para ello ya hay un equipo de once personas (incluidos ellos) trabajando en la aplicación y su lanzamiento.
Más que una revista
Si las muchas o pocas garantías de éxito de un proyecto empresarial se pueden medir por algo, sin duda ese algo está muy relacionado con la pasión que se pone en dicho proyecto. Si esto es así, y de hecho así lo afirman los expertos, la idea por la que lleva luchando ya seis años Alejandra Yáñez está abocada al más rotundo de los éxitos. Alejandra estudia este año tercero de Periodismo y a la vez realiza el curso de Experto en Periodismo Gastronómico y Nutricional. Su historia no es la de quien acaba bachillerato y luego accede a la universidad. No. La suya es algo más larga. Todo tiene que ver con una idea, un sueño y una risa que le dolió.
Comenzando por el principio hay que decir que Alejandra no tenía previsto estudiar una carrera universitaria. Ella era feliz trabajando como modelo de tallas grandes y -tras varios intentos empresariales fallidos como la creación de una agencia de modelos o de diseño de ropa para mascotas-, escribiendo en un blog creado por ella misma bajo el nombre chicxl.com. En él, Alejandra mostraba a personas con problemas de sobrepeso cómo podían vestirse y a la vez sentirse bien.
Según cuenta, los comentarios de sus lectores le indicaron poco a poco que el mundo de la moda se le quedaba pequeño. Muchos preguntas trataban sobre cómo afrontar diversas problemáticas, entre ellas las relacionadas con la gastronomía. "Empecé a dar si no consejos, sí información sobre cómo comer bien, llevar una vida saludable, y todo ello de manera VIP, como digo yo, haciendo ver a quien te lee que le importas, que no quieres que caiga en el desánimo..."
Fue entonces cuando Alejandra pensó que había llegado el momento de convertir su blog en un magazine y abordar de manera seria un proyecto empresarial. Acudió a un banco a pedir un crédito para afrontar la inversión inicial. "Prácticamente se rieron de mí. Me dijeron que eso no podía triunfar y menos aún conmigo al frente que no era ni periodista... Sabes lo que te digo, que hoy, seis años después, ese banco ya no existe y mi idea ha tenido reconocimiento y, de hecho, ya es una realidad". En efecto, Alejandra dirige desde hace meses modaygastronomia.com, una revista digital en la que colaboran 80 personas, en su mayoría compañeros suyos de Facultad. "Quiero convertirla en una revista de referencia para todas las personas con trastornos alimenticios, que encuentren en ella un lugar en el que sentirse a gusto", sentencia Alejandra, galardonada con el premio Empréndelo que patrocinaba la Comunidad de Madrid, en esta segunda edición de los Premios de la UCM.
Más que una empresa ambiental
Daniel Díez Toledano, Cecilia García Campos y Aurora Mesa Fraile, fueron el pasado año galardonados con uno de los premios de la IV edición de la competición interuniversitaria de emprendedores Start Up Programme, que organizan la Fundación Junior Achievement y la Fundación Universidad Empresa. Desde hace unas semanas a ese premio le suman el concedido a la mejor idea emprendedora, patrocinado por el Magíster en Emprendedores de la UCM, de esta edición de los premios complutenses.
IberoRest, como denominan su empresa, es un proyecto, ya casi realidad -de hecho, en pocos días irán a Jaén para si todo va bien formalizar su primer encargo- dedicado a la restauración sostenible. Como explican sus creadores, las empresas de restauración ecológica son rara avis en España, al contrario de lo que ocurre en lugares como Estados Unidos o Australia, donde están a la orden del día. Según explican, fue el profesor Luis Balaguer, quien hace dos cursos les impartió la asignatura Restauración de la Cubierta Vegetal, de quinto curso de la licenciatura de Biología, quien les alertó de esta situación y de las posibilidades que empresas dedicadas a este campo pueden tener en nuestro país. "La Ley de Responsabilidad Ambiental -explican Daniel, Cecilia y Aurora- obliga a empresas que se dedican a actividades que conllevan un impacto mediambiental importante a presentar garantías sobre la posterior restauración del territorio afectado. Su incumplimiento les puede acarrear cuantiosas multas o incluso la pérdida de la licencia de actividad. Esto nos ha hecho ver -continúan los tres estudiantes, que cursaron también estudios de posgrado, tras acabar hace dos años la licenciatura- que existe un amplio abanico de empresas que pueden estar interesadas en los servicios de una empresa como la nuestra". Y es que, como explica Daniel, el punto fuerte de IberoRest es que basa la restauración de los entornos degradados en su sostenibilidad. "Se trata de aplicar los principios básicos de la ecología, es decir de ofrecer una visión integral de lo que precisa un territorio degradado para dejar de serlo, teniendo en cuenta en el proceso también a la sociedad que utiliza esos espacios, asegurando de esa manera su sostenibilidad futura". "A las empresas -añade Cecilia- les interesa mucho esa parte de la sostenibilidad, porque ven que si hacen bien las cosas desde el principio no van a tener que dedicar una parte de sus presupuestos anuales a volver a plantar árboles o a regar enormes zonas". IberoRest, explican sus creadores, se encargaría de diseñar las acciones que se tendrían que llevar a cabo en cada territorio degradado, subcontratando su realización a empresas especializadas, que trabajarían bajo su supervisión.
Desde septiembre del pasado año, Aurora, Cecilia y Daniel han instalado su oficina en el vivero de empresas de Carabanchel y han desarrollado la parte más comercial del proyecto, hablando con numerosas empresas y preparando diversos estudios previos. Si todo va bien -"espero que sí", señala Daniel- en pocos días, en Jaén, firmarán su primer encargo.
Más que una productora
La segunda idea premiada por el Magister in Entrepreneurship de la UCM es la de Fernando Carruesco. La apuesta con la que Fernando (Huesca, 1988) quiere ganarse la vida se llama Stand up. La idea es sencilla: prestar todo tipo de servicios de comunicación en cualquier evento. "Congresos, ferias... Cualquier cosa menos bodas, bautizos y comuniones", señala entre risas. El germen de Stand up hay que buscarlo en sus años universitarios en la Facultad de Ciencias de la Información de la UCM y, en concreto, en su paso por Inforadio, la emisora de la Facultad. Allí, según cuenta, aprendió dos cosas: "Que con esfuerzo todo se consigue. Batimos un récord guinness de emisión continuada y conseguimos traer gente importantísima a la Facultad, algo que en un principio parecía impensable, y lo hicimos únicamente gracias a nuestro esfuerzo". La segunda gran enseñanza que se llevó de Inforadio fue "aprender a buscarme la vida. Yo llevaba un programa de cara al público dedicado al fomento del emprendimiento. Llevaba emprendedores al estudio que nos contaban lo que hacían, pero también gente que enseñaba distintas habilidades de cara al futuro laboral. Empecé entonces a contactar con organismos como Madrid Emprende y sus viveros de empresas y, de ahí, surgió la posibilidad de ir a ferias y congresos que se organizaban en distintos lugares de España, en Barcelona, en Valladolid, en Valencia... En una de esas ferias, en Barcelona, surgió la posibilidad de montar un stand propio. Era un stand muy humilde. Solo teníamos una mesa y el equipo para hacer las entrevistas. La sorpresa fue que empezó a venir gente de otros stands pidiendo que les entrevistásemos. Se ofrecían incluso a pagarnos. Ahí es cuando ví que aquello podía ser un negocio. Por supuesto, no cobré a nadie, porque yo estaba encantado de hacer entrevistas a la gente, pero me di cuenta de que en estos tiempos de crisis, quien gasta un dinero para montar un stand en una feria necesita sacar una rentabilidad a esa inversión, y una forma de hacerlo es a través del interés de los medios de comunicación y la publicidad que eso les supone".
Fernando, junto a su socia, Ana Montero, también titulada en la UCM, aunque desde hace años residente en Alicante, comenzaron a moverse, y a ofrecer sus servicios a ferias y todo tipo de eventos. "Ofrecemos una solución global de comunicación. Lo más solicitado son vídeos con entrevistas y reportajes, pero también hacemos funciones de gabinete de prensa, radio, periódico... Lo que el cliente necesite".
Algo que Fernando tiene muy claro es que el éxito de Stand up no pasa por la mano de obra barata, sino por realizar trabajos de alta calidad. "Toda la gente que contratamos es gente con experiencia. Desde un locutor con un amplio bagaje en el mundo de la televisión hasta cámaras experimentados también en televisión o cine. Según como está el trabajo en los medios de comunicación, es muy fácil encontrar gente buena. Nosotros les pagamos bien, y esa es nuestra gran ventaja competitiva, la calidad. Quizá encuentren a alguien que se lo haga más barato, pero seguro que no va a tener nuestra calidad. La comunicación no es una cadena de montaje. Si lo fuera, nos comerían los chinos. Hay que apostar por la calidad y el cliente al final lo que busca es quedar satisfecho". En los pocos meses que lleva Stand up en funcionamiento ya ha prestado sus servicios en un par de congresos médicos. "Estamos contentos. Es una apuesta que hemos hecho con una inversión inicial cero. Hemos preferido alquilar los equipos y no comprarlos, y aunque así ganamos menos no hemos tenido que asumir grandes riesgos. El siguiente paso es instalarnos en Huesca después del verano. Ana, mi socia, también es de allí y hemos decidido irnos los dos para allá. Montaremos una SL y abriremos una oficina. Parece que en el recinto ferial de Huesca están bastante interesados en ofrecer nuestros servicios. Además, Huesca está muy bien comunicada y no habrá ningún problema para ir a otros lugares".