El 20 de mayo estudiantes de la Facultad de Bellas Artes de la UCM fueron los protagonistas de Entreacto. Gracias a esta iniciativa ocuparon, con su obra, siete galerías de arte más el espacio Esta es una Plaza de la calle Doctor Fourquet, un eje considerado uno de los principales centros neurálgicos del arte contemporáneo de todo Madrid.
Llegar a la calle Doctor Fourquet el día 20 de mayo era una fiesta. La calle, pegada al Reina Sofía y junto a los bares de Lavapiés, siempre es de por sí un lugar de paseo gozoso por Madrid, pero ese lunes había todavía más ambiente. De hecho, muy cerca de la calle Santa Isabel había un gran grupo de personas ocupando toda una acera, haciendo una sentada en unas sillas plegables muy bien tapizadas y tomándose unas cervezas. Nos acercamos a curiosear y pronto vimos que La sentada era una de las obras de esta jornada de Entreacto.
El origen
La idea de Entreacto surge de una serie de conversaciones entre Selina Blasco, vicedecana de Extensión Universitaria de la Facultad de Bellas Artes de la Complutense, y la critica de arte Emilia García-Romeu. Entre otras muchas cosas, disertaron sobre la idea que tiene Blasco de sacar la universidad del campus y al mismo tiempo llevar la calle a la universidad. García-Romeu recuerda que "aparecieron ideas como la moda de los clubes actuales que van rotando a lo largo de la ciudad, en diferentes lugares, pero siguen conservando la identidad".
A partir de ahí surge la idea de ocupar el espacio de las galerías de la calle Doctor Fourquet con obra exclusivamente de estudiantes de la Complutense, de manera que "se creara un trabajo común y también un sentido de comunidad y de pertenecer al mismo mundo, porque muchas veces hay áreas que pertenecen a la misma actividad y que se desconocen por completo", afirma García-Romeu, comisaria de Entreacto.
No hay que olvidar que esta iniciativa es, sobre todo, un proyecto pedagógico. Permite tanto el contacto con la calle como "con el pensamiento contemporáneo y que haya una especie de polinización cruzada porque los estudiantes también tienen mucho que aportar y mucho que decir, y también porque en el sentido más práctico de la palabra los galeristas no saben si entre estos artistas que gracias a Entreacto han conocido sus galerías, están los nuevos comisarios, los nuevos coleccionistas, los nuevos artistas, los nuevos peluqueros... lo que sea, pero que van a tener una gran afición a las artes y a visitar las galerías como centros que promueven el arte contemporáneo".
La convocatoria
En enero de 2013 se hizo pública una convocatoria en la que podían participar tanto estudiantes del último curso de licenciatura y grado de la Facultad de Bellas Artes, como estudiantes del Máster en Investigación, Arte y Creación, doctorandos inscritos en el programa de doctorado de la Facultad y antiguos alumnos de la misma Facultad de Bellas Artes. Y todos ellos únicamente podían ser de la Universidad Complutense.
Las propuestas debían girar en torno al concepto de entreacto entendido "como la creación de un paréntesis temporal o espacial, una transición temática entre dos acciones, una acción/imagen dirigida a provocar un cambio en la percepción del espectador...". Los seleccionados tuvieron que defender su propuesta ante un jurado profesional con el equipo de Entreacto, pero también con miembros externos a la UCM y, por fin, el 17 de abril, se hizo público el fallo del jurado.
En la calle
Así llegamos al día 20 de mayo, a la calle Doctor Fourquet. Cada artista elegido tiene exactamente de las 17 a las 21 horas para exponer su obra. El tiempo es el entreacto que va entre el desmontaje de una exposición y el montaje de la siguiente.
En el número 1 de la calle está la galería Louis 21 y en ella expone Yes (Jesús Moreno). Su instalación ocupa el suelo de la galería y en un principio iba a estar creada con trozos de felpudo, pero no ofrecía la movilidad deseada. La obra es una invitación a que pases y pises, y modifiques el trabajo del autor y le des la forma que tú quieras. Las paredes las ha dejado libres, como reflexión de que es un día de descanso para ellas entre muestra y muestra. Yes se muestra encantado con algunos momentos en los que se produce un cierto caos que desordena de manera más o menos sutil la ubicación de las piezas y, con ello, también desordena el propio espacio.
Yes es estudiante de 4º de grado y considera que esta iniciativa es "muy adecuada y muy necesaria para salir un poco de la burbuja que es la universidad y tener contacto con el mundo real, con espacios destinados a la venta". Tiene claro, eso sí, que el objetivo de Entreacto no es vender y por eso es posible hacer todo tipo de obras. Sin límites.
El misterio de la pintura
NoguerasBlanchard es el nombre de la galería en la que expone Mariana Leyva. En el centro de la sala hay una gran tela extendida y sobre ella, colgados, seis lienzos pintados y enrollados que siguen igual que cuando Leyva se vino a España en 2007 desde Colombia.
La idea de la autora es mostrar lo que no se puede ver y dejar con el misterio al espectador sobre qué será lo que hay pintado en los lienzos. Se lo preguntamos, pero no hay manera y nos dice que consultemos la ficha que acompaña a cada uno de ellos. No tienen título y sólo tenemos datos de sus dimensiones, así que continúa el enigma. Lo mismo ocurre con los folletos informativos de la exposición que hubo, sobre esta y sobre la que vendrá. Son hojas en las que sabemos que hay algún tipo de texto, pero se nos oculta a la vista.
La tela en blanco que ocupa el centro de la sala suma el mismo área que todos los lienzos pintados. Los hizo cuando estudió Bellas Artes en Colombia antes de venir a hacer un máster en Madrid. Entreacto le parece una iniciativa genial, porque permite acercar la calle y la academia, "que siempre están muy separadas. Es como un alto en el camino muy positivo".
Además permite a los artistas trabajar con estudiantes de Historia del Arte Contemporáneo. Junto a cada creador hay un alumno de esa titulación que les ayuda, les asesora o simplemente comparte ideas con ellos. Leyva asegura que durante su vida profesional historiadores del arte y artistas se van a encontrar infinidad de veces, así que está muy bien tener este contacto previo, "que además es muy enriquecedor".
La Sentada
A la entrada de Maisterravalbuena es donde se concentra la gente con las sillas plegables. Los autores son los miembros del colectivo El Banquete: Alejandro Cinque, Raquel Ibáñez, Antonio Torres y Marta Van Tartwijk.
Los cuatro coinciden en que su obra tiene tanto un aspecto artístico como político. La Sentada es una acción en la que puede participar cualquiera. Sólo tiene que entrar en la galería, agarrar una de las sillas tapizadas y sacarla a la calle para "tomar la fresca". Con esta acción pretenden disfrutar, pero al mismo tiempo sensibilizar sobre lo que supone estar en la calle, tranquilos, sin presiones de ningún tipo, y sin tener que hacer nada más que estar allí, mirando.
Un mirar que puede convertirse en una resistencia política en apariencia pasiva, y que además pretende recuperar útiles cotidianos y acciones domésticas casi olvidadas. De hecho, junto a la entrada de la galería han colocado ilustraciones informativas sobre cómo se abre una silla y se sienta uno encima. Por si a alguien se le ha olvidado.
Van Tartwijk, Cinque, Torres e Ibáñez crearon su colectivo hace más de un año y en este tiempo ya han desarrollado experiencias en lugares tan emblemáticos como Matadero. A pesar de eso están encantados con la selección de su trabajo para Entreacto y consideran que es una iniciativa muy necesaria y lo único que les gustaría es que durase más que unas pocas horas. Más allá de eso, el éxito de La Sentada es perfectamente visible, incluso aunque a veces chispea un poco, y deja muy claro que los márgenes entre el espacio urbano y el galerístico no siempre son rígidos e inamovibles.
De viaje
Dos series, fotografía y pintura, conviven en García Galería. La obra se llama Ritorno y su autor es Miguel Marina. Nos cuenta que la idea de este trabajo nace en un viaje por Italia. El estudiante de Historia que acompañaba a Marina, Adrián Peréz Rincón, fue el responsable de escribir el folleto de García Galería. En él asegura que "dentro de un viaje como Entreacto, Miguel Marina nos invita a un recorrido que reflexiona sobre los diferentes lenguajes de reproducción manual y tecnológica y cómo ambos modelan nuestra manera de ver el mundo".
Las fotografías, los apuntes, las imágenes aéreas aportan puntos de vista distintos en un tema como el paisaje. Un tema que encajaba a la perfección en esta galería. O al menos así lo pensaba Marina incluso antes de exponer aquí. Los seleccionados tenían el privilegio de elegir en qué galería querían exponer. Tenían que presentar tres nombres, pensando en ellas y en cómo quedaría la obra en sus paredes o sus suelos. Marina eligió García Galería como primera opción y se la concedieron, iniciando así otro viaje más allá del de la propia obra. Reconoce que ha tenido que trabajar "de otra manera, pensando en los espacios, algo totalmente diferente a lo que se hace en la Facultad donde no hay que ajustar el trabajo a ningún espacio concreto". Marina está en último año de la licenciatura y asegura que "poder tener contacto directo con los profesionales del mundo del arte es una iniciativa fantástica".
Espacio mínimo
Este es el nombre de la galería en la que expusieron Jorge Anguita, Javier Chozas, Javier Cruz y Esther Gatón. Aunque crearon cuatro obras diferentes las englobaron bajo el título Entre el reflejo.
La obra de Gatón es una grabación en MP3 que el visitante se puede llevar con unos auriculares para que le acompañe durante la visita a la galería. En ella se puede escuchar de manera repetida, como en un bucle, un minirrelato de Cortázar extraído de Historias de cronopios y de famas y titulado Instrucciones para cantar.
El trabajo de Chozas se llama Sustancia negra y es una revisión del mito de Narciso. Por un lado vemos un espejo que se contempla a sí mismo y por otro la proyección de un fragmento de la película Narciso negro. En la obra está incluida la idea de tiempo cíclico y la necesidad de que el espectador se agache en busca de la miniproyección hacia un espejo negro, convirtiéndose al mismo tiempo en un narciso, aún sin quererlo.
Cruz ha optado por ocultar pequeños fragmentos de papel holográfico por las junturas y cavidades de la galería. Lo más fácil es que el visitante ni se dé cuenta de su existencia. Por eso el autor ha colocado la cartela justo a la salida, para que provoque la sorpresa y el deseo de volver a recorrer la sala en busca de esas pequeñas luces que pueden recordar a una pantalla rayada o quebrada.
Por último, Anguita ha elegido 24 fotogramas de la película Film, guionizada por Samuel Beckett en 1965. En ellos se ve al personaje principal huyendo de la mirada de los demás e incluso de sí mismo. Los fotogramas estaban colocados en una superficie cara a la pared con el espacio justo para que entre dicha superficie y el muro paseasen los espectadores mientras que las imágenes quedaban a la altura de sus ojos.
Los cuatro artistas se declararon entusiastas de esta iniciativa visitada por muchísima gente de la ciudad de Madrid, aunque Esther Gatón se lamentó de que sólo durase unas horas.
El papa y la eurocopa
¿Qué tienen en común el nuevo Papa y la Eurocopa? Alguno podrá pensar que es la afición de Francisco por el fútbol, pero para Olalla Gómez y Alessia Pederzoli la relación es muy diferente. En su obra Stand by, expuesta en Moisés Pérez de Albéniz se preguntan por los tiempos de espera. Por esos entreactos que en principio podrían parecer vacíos, pero que están llenos de actividades, exactamente como un electrodoméstico en stand by.
Para su obra, creada con imágenes robadas, eligieron el tiempo de espera entre la dimisión de Ratzinger y la elección del nuevo Papa, y el tiempo que había que esperar hasta la final de la Eurocopa. En ambos casos, de acuerdo con las artistas, los medios se llenaron con imágenes que crean desinformación y que en algunos casos pueden rozar el absurdo. La idea de percepción temporal y duración aparece de manera habitual en los trabajos de Olalla Gómez, "ya sea como experiencia subjetiva, como memoria o ruina o como elemento de manipulación".
Lo que más celebran las dos artistas de la iniciativa Entreacto es la gran visibilidad que se les ha dado a su trabajo. Algo que es tremendamente positivo, pero que también conlleva una mayor responsabilidad por parte de los artistas.
El milagro valenciano
En la misma sala se podía ver la obra Run off, de Alejandro Sánchez Garrido. En las imágenes tomadas por el autor nos muestra qué es lo que ha quedado de aquel milagro económico valenciano que le permitía ofrecer carreras de Fórmula 1, grandes instalaciones y que de paso apostaba por derribar barrios históricos como El Cabañal.
Al contrario que la mayoría de fotógrafos con inquietudes sociales, en las imágenes de Sánchez Garrido no aparece ni una sola persona. Lo suyo son fotos de objetos encontrados que son los que cuentan la historia de los que viven allí. Junto a esas fotos del Cabañal están otras tomadas en los puntos del circuito de Fórmula 1 una vez que el espectáculo desaparece, "una vez que queda atrás esa gran explosión de un solo día". Estas imágenes dan las coordenadas, así como la velocidad a la que se circula por ahí en un Fórmula 1. Muestran espacios vacíos, sin ninguna utilidad, son "desiertos mutantes o campos de batalla".
La muestra se completaba con un vídeo en el que se veía el mar tal y cómo se suponía que se iba a ver desde la gran avenida que se iba a construir tras arrasar el Cabañal.
Navegando en cabaña
Esta es una plaza es el nombre de un espacio impresionante en el centro de Madrid. Cuenta con un huerto urbano y con un amplio espacio para actividades al aire libre. Era un lugar ideal para que Marina Turmo presentara su proyecto al tiempo que invitaba a limonada a todo el que pasaba por allí.
Turmo llevaba todo el año académico metida en un proyecto que empezó girando en torno al espacio y que acabó concretándose en una cabaña. Decidió entonces saber cuál sería la suya y empezó a hacerla con todo tipo de materiales y con muchas implicaciones ideológicas y vitales como la necesidad de que te permita respirar sin dificultad. Comprendió además que la suya no podía ser una cabaña inmóvil, así que finalmente optó por hacerla flotar por un río para luego registrar su recorrido.
En las horas que estuvo en Esta es una plaza, Marina Turmo repartió sonrisas y se llevó un montón de ideas y de recomendaciones de otros artistas, pero también de los muchos curiosos que pasaban por allí, a los que invitaba a pintar su propia cabaña o a opinar un poco sobre lo que quisieran en un buzón de sugerencias.
Las pirámides de Egipto
En la galería más alejada de Santa Isabel pero más cerca de Embajadores, Fúcares (c/ Doctor Fourquet 28), es donde expuso Víctor Santamarina sus Regiones metamórficas.
El objetivo de esta muestra es reflexionar sobre cómo nos relacionamos con los lugares dependiendo de la función a la que estén dedicados. La exposición aparenta ser un montaje al uso, pero se va transformando según el espectador se sumerge en ella. Lo que en un principio parecen tres simples trípodes resultan ser una representación un tanto metafórica de las tres grandes pirámides de Egipto. Unas cajas acumuladas bien podrían ser la pirámide Saqqara, o cualquier otra de las muchas escalonadas que hay en el país africano. Santamaría explica que la galería es "un espacio creado específicamente para ser visitado, para mostrar y exhibir; muestra claramente las características que definen las regiones frontales, frente a las traseras". Ya que el objetivo del proyecto era enfrentar al espectador a un único espacio en el que conviviesen las regiones frontales y traseras, el autor lo aprovechó para simular una región trasera incrustada que es la que finge ser la exposición en proceso de montaje.
Cicerones de lujo
En un gran número de ocasiones, el público siente rechazo por el arte contemporáneo y no comprende qué son unas cajas amontonadas, unas tiras de colores o unas sillas con las que salirse a una acera. Es cierto que existen libros que pueden guiar a los más interesados o que uno puede dejarse llevar por la imaginación y pensar libremente. Pero en otras ocasiones la imaginación no acompaña o tampoco el librepensamiento. En esos momentos es perfecto contar con el propio autor para que explique la intencionalidad de su propia obra y que así no haya malentendidos. En Entreacto contamos con los mejores cicerones posibles: los creadores.
Triple apoyo
Entreacto se ha podido realizar gracias al apoyo de las galerías que se lo han tomado muy en serio. Moisés Pérez de Albéniz, de su propia galería asegura que lo afrontaron "como un proyecto más" y la comisaria Emilia García-Romeu añade que lo más interesante ha sido la implicación de muchos agentes. "Ahora mismo, para sacar cualquier proyecto adelante es necesario contar con muchas redes y que cada una aporte lo que tiene. Las galerías aportan su profesionalidad y su espacio. Los estudiantes su frescura y su talento".
A ese apoyo de estudiantes y galerías hay que añadir el económico. García-Romeu afirma que sólo se ha podido realizar gracias al apoyo de la Fundación Banco Santander, "que entendió que Entreacto está dentro de su línea de apoyo al arte contemporáneo y que sustentarlo también pasa por apoyar a la educación y las artes".