Fernando Baños es delegado del decano de Bellas Artes para Imagen y Comunicación. Ha conseguido estrenar en el circuito comercial su primer largometraje. Ha sido, en concreto, en los cines Verdi de Madrid y Barcelona. El título del filme: La fotógrafa.

Químico de formación, por la Universidad de Oviedo, y tras años de trabajar en una empresa del cemento, Fernando Baños decidió dejarlo todo y centrarse en el mundo de la creación artística. Llegó a la Facultad de Bellas Artes en 2003, hizo la carrera y el doctorado y ya ha entregado su tesis, que defenderá en septiembre, sobre el tiempo lento en lo audiovisual contemporáneo.
Los últimos años su pasión artística se había ido decantando hacia ese audiovisual e incluso había rodado un videoensayo y un corto de ficción. A raíz de un trabajo fotoperiodístico encontrado le surgió una idea que al ponerla sobre el papel se convirtió en un guión largo. Casi cualquier otro habría decidido que ese era un proyecto irrealizable, pero Fernando Baños Fidalgo decidió que sería un reto hacer un trabajo con más longitud y con una estructura más compleja.

Pere Portabella
Consideró Baños que si alguien tenía que ayudarle a sacar su filme adelante sólo podía ser Pere Portabella. El complutense no conocía en persona al director de Pont de Varsòvia, pero entendía que era la persona que encajaba a la perfección con su proyecto. Reconoce Baños que estuvo un año detrás de Portabella hasta que le recibió, pero la espera valió la pena.
Al director de Figueras la idea de La fotógrafa le pareció algo afín y comenzaron la preproducción del filme. Entre los dos decidieron que querían un método de producción y distribución alternativos. Iban a gastar poco dinero, sin ningún apoyo público, con poco equipo y ellos se buscarían la vida para distribuir el filme. Baños es consciente de que Portabella "ha sido el hombre clave, el catalizador" en temas concretos como el de la distribución. Gracias a él llevaron el filme a Enrique Pérez, dueño de los cines Verdi, a quien le gustó el trabajo y decidió exhibir la obra en sus salas.

La fotógrafa
La historia que se cuenta en La fotógrafa es la de una joven que acaba de sufrir la pérdida de su madre. Al hurgar entre los objetos personales heredados encuentra unas imágenes que tomó su madre durante las revueltas de Argentina en la época del corralito. Eso hará que comience una búsqueda que le llevará a descubrir el pasado de la difunta.
La película se ha proyectado en Madrid y Barcelona en los cines Verdi, y estuvo dos semanas en cartelera y, como dice el propio director, "con eso me doy con un canto en los dientes". De hecho, en principio no aspiraba a que su primer filme llegase de ninguna manera a los circuitos comerciales, sino que se moviera por los estrictamente artísticos. Ahora que ha pasado por la cartelera se plantea su exhibición en plataformas de pago online, en la propia Facultad de Bellas Artes, y a más largo plazo, su objetivo final es que se pueda ver libremente.
Aunque no le hace ascos a Pulp Fiction, Baños reconoce que sus referentes fílmicos son más bien Béla Tarr, Andrei Tarkovsky o Theo Angelopoulos. Con esos nombres y con su tesis sobre la lentitud en lo audiovisual cualquier espectador puede imaginar cómo va a ser el ritmo de su filme. El director explica que el cine que le gusta es ese que obliga al espectador a estar activo, más allá de sentarse y mirar.
En el caso de La fotógrafa además se puede jugar a descubrir que dos facultades de la UCM aparecen.