Se apagan las luces. El Paraninfo de San Bernardo, el aula magna de la Universidad Complutense, queda a oscuras. Es el comienzo de la representación del auto de La vida es sueño, de Calderón de La Barca. Una suave luz alumbra el pasillo central. Allí aparece La Sombra. Hace 84 años, el 25 de octubre de 1932, en ese mismo lugar, La Sombra era él. Sí, él, "el poeta más conocido de nuestra historia", como le considera el rector Carlos Andradas; ese "ser excesivo en todo lo que hacía", que califica el profesor Emilio Peral; ese que en las manos tenía fuego y su mirada era capaz de ver todo, que describe la escritora Fanny Rubio; ese que fue asesinado hace 80 años, y al que ahora su universidad, la Central de entonces, la Complutense de siempre, un 14 de diciembre de 2016, ha querido homenajear, reclamar ese parte, ese "cachito" suyo que es nuestro, como él lo es de toda la humanidad.
Y Lorca volvió a la Complutense