Algunas plantas como el "anís estrellado" (Illicium verum) podrían suponer una alternativa sostenible a las materias primas derivadas de la industria petrolífera empleadas en la fabricación de productos de cuidado personal como cremas solares, perfumes, etc. Un nuevo uso de la biomasa totalmente diferente al actual ha sido publicado en la revista Journal of the American Chemical Society.
Investigadores de la Universidad de Otawa en un intento por aprovechar la biomasa como materia prima sostenible han empleado un procedimiento de Premio Nobel. El Premio Nobel de Química 2005 fue otorgado a Y. Chavin, Robert H. Grubbs y Richard R. Schrock por "el desarrollo del método de metátesis en la síntesis orgánica", lo que supuso un cambio drástico en la síntesis de algunas moléculas orgánicas. Mediante este proceso se transforman los "aceites esenciales" de las planta - sustancias con la fragancia característica de ésta- en ingredientes de alto valor con las que se pueden fabricar cremas solares, perfumes y otros productos de cuidado personal.
Según comenta Deryn E. Fogg, una de las investigadoras, el enfoque "consiste en la mejora de la complejidad de las sustancias que se encuentran de forma natural en las plantas de tal forma que se transformen en antioxidantes y otros componentes de los cosméticos y perfumes".
Además de la sostenibilidad, el gran reto de la química en este nuevo siglo, supondría nuevas oportunidades económicas para los países tropicales donde crecen este tipo de plantas.
Referencia bibliográfica:
Justin A. M. Lummiss, Chemical Plants: High-Value Molecules from Essential Oils, J. Am. Chem. Soc., 2012, 134 (46), pp 18889-18891, DOI: 10.1021/ja310054d
Fuente: ACS