Por una fineza de que ninguna mujer había gozado antes, el emperador le
dio la superintendencia de su biblioteca que contenía el precioso despunte de los
manuscritos antiguos y modernos no descifrados todavía.
A la cabeza de algunos sabios selectos, trabajó ella en esta biblioteca con
un feliz éxito que causó la admiración de todos los letrados, y que sobrepujó sus
propias esperanzas. Sacó del profundo olvido en que estaban sepultadas algunas
producciones útiles de los sabios de los siglos pasados; explicó con una claridad
que nada dejó que desear algunas buenas obras de los sabios modernos,
ininteligibles casi por su oscuridad y su gusto estravagante...
¡Ojalá la preciosa memoria de sus virtudes y de su mérito la haga vivir en
los siglos venideros, hasta nuestros descendientes más remotos!
Epitafio de Ban Zhao, siglo II.
Una mujer eleva la mirada en un gesto detenido en el tiempo. Sentada en un elegante sillón, vestida con delicadas sedas y un libro en su mano derecha, ha interrumpido su lectura y permanece pensativa. ¿Quién es esta joven lectora que nos sorprende al abrir las páginas de un viejo libro? La obra, Mémoires concernant l'histoire, les sciences, les arts, les moeurs, les usages, &c. des chinois (T. 3, Paris, Nyon, 1778 [BH FG 2978]), recoge los retratos y biografías de personajes célebres de la antigua China y entre decenas de nombres que han sobrevivido a lo largo de los siglos solo encontramos el de una mujer. Se llamaba Ban Zhao.
Ban Zhao, o Pan Chao, nació en el siglo I (49-120), hace casi 2.000 años, durante la dinastía Han Oriental, y su recuerdo ha permanecido en la historia de China atravesando las diferentes dinastías, épocas gloriosas y oscuras que han construido el país en su largo y complejo recorrido hasta hoy. Pocos nombres de mujer han realizado semejante viaje por la memoria de una cultura milenaria. Un recuerdo asociado a la sabiduría, a la erudición, a la escritura, a la educación, a la historia.
Leo diferentes biografías de Ban Zhao y me conmueve su vida. Nacida en una de las familias más famosas de la dinastía, los Ban, fue educada desde niña como sus hermanos, la casaron con catorce años, tuvo varios hijos y pronto enviudó, dedicándose desde entonces al estudio.
Fue filósofa, escritora, educadora, historiadora y, además, bibliotecaria. Una mujer bibliotecaria en la corte de los emperadores de la dinastía Han, que organizaría los valiosos libros o supervisaría la copia de manuscritos. Una mujer sabia. También fue la maestra de la poderosa emperatriz Deng Sui y de otras damas de la corte. Ya una tía abuela suya, también poeta, Ban Jieyu, la dama Ban, fue llamada a palacio en el año 33 a c. para trabajar en la biblioteca hasta que fue nombrada concubina. En realidad, no se conoce bien cuál era el papel de estas mujeres en la Biblioteca imperial, pero sabemos que a Ban Zhao le ofrecieron un gabinete al lado de la biblioteca para sus trabajos de investigación, escritura y enseñanza. Vivir en una biblioteca, un sueño para muchos que Ban Zhao pudo cumplir.
Se considera a Ban Zhao la primera historiadora de Asia, mil años antes que aquella princesa bizantina, Anna Commena, que nos atrapó por el enorme trabajo de historiadora que dejó en la Alexiada. Completó el trabajo de la Historia de los Han que había comenzado su padre Ban Biao y continuado su hermano Ban Gao, ambos famosos historiadores de la corte en la estela del padre de la historia china, Sima Qian. Lo sorprendente no es solo que nuestra protagonista fuera invitada por el emperador para finalizar esta historia, sino que su nombre fuera aceptado como autora a lo largo de los siglos y haya llegado hasta nosotros.
Ban Zhao, además, fue probablemente una de las primeras personas que conoció el papel como material para la escritura, un descubrimiento asombroso que cambió para siempre la vida de las palabras. En otra de las estancias del palacio estaban los talleres imperiales que, a las órdenes del eunuco Cao Lun, presentaron al emperador en el año 105 el resultado de las investigaciones que habían conducido a crear un material más resistente y fino que el bambú, la madera, o las conchas. Imagino a Ban Zhao mientras prueba con excitación el nuevo papel, desliza con suavidad el pincel por la superficie tersa de la hoja, oye su crujir, adecúa la tinta a la absorción de la fibra, y reflexiona sobre como trasladar los saberes antiguos al nuevo soporte. Da lo mismo el siglo en el que habitemos. Cada avance tecnológico plantea, desde siempre, el problema de la adaptación de las mentes y la migración del conocimiento.
Ban Zhao también ha sido muy conocida en China por un libro que escribió sobre la Instrucción de las mujeres, un clásico considerado esencial para la educación de las mujeres dentro de la ortodoxia confuciana. Un extracto de esta obra se incluye en las Memoires... Una mujer escribiendo para las mujeres y defendiendo su educación al mismo nivel que los hombres en una sociedad estrictamente patriarcal.
Es una obra que en las últimas décadas ha causado un gran debate en los círculos feministas occidentales pues en realidad lo que defiende es la sumisión de la mujer frente a la autoridad del hombre, y su presencia solo como eco y sombra para propiciar la cohesión y la armonía familiar. Quien busque en Ban Zhao una revolucionaria activista no la hallará, por supuesto. No hay que olvidar que estamos en el siglo I en una sociedad elitista, confuciana y patriarcal. Pero en palabras del profesor Fernando Wulff, "los debates de los últimos cien años sobre si Ban Zhao es la primera de las pioneras de una femineidad diferente o una mera actualizadora del viejo rol de las mujeres como dominadas podrían zanjarse aquí: ella reivindica, como mínimo, una mujer con espacios de libertad en su interior gracias al saber". Una habitación propia.
Autora, además, de algunos poemas que han sobrevivido, la figura de Ban Zhao se asoma en la sombra de los tiempos, ilumina algunos paisajes no explorados del alma femenina del pasado y su lectura nos invita a levantar el velo que cubre a una de las mujeres más enigmáticas de la antigüedad.
Notas bibliográficas:
1. Conocí la figura de Ban Zhao a través del libro A orillas del tiempo, del profesor Fernando Wulff (Madrid, Siruela, 2024), un sugerente ensayo sobre las conexiones entre las culturas romanas, chinas e indias hace 2.000 años que abre originales caminos para repensar nuestra propia historia. A la figura de Ban Zhao y a la familia Ban dedica varios capítulos y en ellos remite a bibliografía especializada.
2. La obra Mémoires concernant l'histoire, les sciences, les arts, les moeurs, les usages, &c. des chinois es una monumental enciclopedia de los saberes chinos escrita por los misioneros jesuitas instalados en Pekín en el siglo XVIII. Fruto de la naciente sinología, ofrece un numeroso conjunto de fuentes chinas traducidas al francés para el conocimiento de los europeos: clásicos, leyes, lingüística, música, arte militar, religión, geografía, ciencia, historia, etc. El principal contribuidor fue el padre Joseph Amiot, junto con François Bourgeois, Pierre Martial Cibot, y los chinos Ko y Yang. La obra consta de 15 tomos publicados por Nyon de 1776 a 1791 más otros 2 tomos publicados en 1814. La Biblioteca Histórica solo posee los seis primeros tomos, gracias al legado de Francisco Guerra (BH FG 2976-2981). La biografía de Ban Zhao, probablemente obra del padre Joseph Amiot, está en las pág. 361-386 y entre las pág. 368-383 está el extracto de sus Instrucciones.
3. A mediados del siglo XIX un orientalista francés, Guillaume Pauthier, publicó un resumen de las Memoires con el título Chine ou description historique, géographique et littéraire..., París, Didot, 1843 [BH FLL 50877]. Entre las pág. 260-265 incluye la biografía de Ban Zhao y un extracto de las Instrucciones tomadas de la obra del padre Amiot, además de un grabado con su retrato. Dos años más tarde fue publicada en español, Descripción histórica, jeográfica y literaria de este vasto imperio, segun documentos chinos.., Barcelona, Imprenta del Imparcial, 1845 [BH FLL 55118]. La información sobre Ban Zhao y su retrato está en las páginas 248 y siguientes. De aquí se ha tomado la cita inicial del epitafio de Ban Zhao escrita por una de sus nueras.
4. Muchos de los grabados que aparecen en Memoires... están basados en diseños chinos enviados por Amiot a Henri Bertin, ministro de asuntos chinos de Luis XVI. En el caso de la figura de Ban Zhao desconozco cual fue el original que se utilizó para el grabado que aparece en el libro, pero un posible modelo podría ser la famosa obra Wushuang Pu, un conjunto de cuarenta personajes históricos del artista Jin Guliang e impreso en 1690. Como podemos ver en el ejemplar que guarda el Saint John College de la Universidad de Cambridge el parecido es evidente.