Martínez de Murguía, Beatriz. La vida a oscuras. El gueto de Varsovia 1940-1943. Madrid: Sefarad, 2009. 360 p. ISBN 9788487765179.
Varsovia, como en su día el Arca de Noé, está llena de compartimentos y divisiones que bloquean las calles precisamente en los puntos donde había más tráfico hasta ahora. Así, por ejemplo, han construido un muro en la esquina de las calles Nalewki y Nowolipki y una persona que viva en el número dos de Nowolipki -tan solo a unos pasos -está obligado a dar una enorme vuelta (...) una caminata de media hora. La bella Varsovia se ha convertido en una cárcel hecha de una celda tras otra y cuyos habitantes son tratados como prisioneros (pág 41).
Entre el 1 de septiembre de 1939, día en que Hitler invadió Polonia, y el 7 de marzo de 1944, se produjo en Varsovia el atroz exterminio de la comunidad judía más numerosa de Europa. Más de 350.000 judíos sufrieron todo tipo de vejaciones, humillaciones y torturas que intentaron, sin conseguirlo, acabar con su dignidad. Se llevaron sus vidas, pero sus almas permanecen en las calles de tan acogedora ciudad europea.
Un archivo, el Oneg Shabat, nombre que en hebreo significa "festejar el sabhat", nos permite conocer la realidad de la que allí ocurrió y que supera, con creces, a la ficción recreada en el cine aún cuando ésta sea de tanta calidad como El Pianista de Polanski.
El archivo fue creado por Emanuel Ringelblum, historiador judío polaco que a su regreso a Varsovia, horrorizado por lo que allí estaba ocurriendo, comienza a redactar un relato, Crónica del gueto de Varsovia, puesto a buen recaudo junto a otros muchos documentos y testimonios redactados en primera persona, antes de su fusilamiento en 1944. Gracias a este archivo, adecuadamente escondido bajo escombros durante años, han podido llegar a nuestros días los escalofriantes relatos de la cotidianeidad en el gueto de Varsovia.
Beatriz Martínez de Murguía, doctora en Ciencia Política por la UCM, utiliza parte de esta amplia documentación para presentarnos una obra inolvidable que da la voz a unos hombres y mujeres que, en palabras de la autora, tuvieron la urgencia de contar para asegurar que así en el futuro alguien recordaría su tragedia.
Sabemos mucho, por documentales, por el cine, por investigaciones y memorias, de lo ocurrido en los campos de concentración y exterminio, especialmente acerca de Treblinka, levantado a solo 100 kilómetros de Varsovia y actualmente demolido, y Auschwitz, muy cercano a Cracovia, tristemente famoso por el número de personas exterminadas en sus cámaras de gas y actualmente convertido, en mi opinión, en un parque temático que visitan anualmente miles de personas.
Pero no existían muchos libros, en castellano éste es el primero según la editorial, que nos acercaran a la vida en el interior del gueto, desde el momento en que se levantan los primeros muros y miles de personas se ven obligadas a cambiar de domicilio y a compartir pequeños espacios con desconocidos. Posteriormente sabremos del hambre, de la suciedad, de la enfermedad y de la miseria; de la desesperación, del frío, de la incredulidad y del miedo paralizante. Veremos cómo el gueto se va vaciando, primero de ancianos, niños y enfermos, después de mujeres y hombres de todas las edades; sabremos de las luchas y sufrimientos por sobrevivir, de las argucias para alimentarse o tener un permiso de trabajo y, siempre, continuamente, de la incapacidad de la gente para creer que lo que está ocurriendo es verdad. Y viviremos, junto a los habitantes del gueto, la rebelión, la insurrección, la sublevación de los judíos del gueto que, sacando fuerza de flaquezas, se enfrentaron a sus torturadores para, finalmente, caer bajos sus disparos.
Un libro muy interesante, que nos plantea alguna pregunta acerca de la pasividad de los países aliados que no quisieron creer o no se dieron por enterados de lo que allí estaba ocurriendo, permitiendo el brutal exterminio de seres inocentes a manos de un iluminado. Un libro que nos hace preocuparnos por el creciente movimiento antisemita que vuelve a florecer en Europa.