es un proyecto expositivo que procede de una conferencia performance realizada en diferentes contextos.
Te seguirá la ciudad habla de la vida en los centros urbanos a partir de publicaciones de artista, fanzines y fotolibros aunque también hay algunas piezas que se salen de estas categorías. La mayoría son obras bibliográficas que no suelen tenerse en cuenta para documentarse sobre un tema. Sin embargo, la capacidad de contar de estas publicaciones es grande y es lo que se pretende explorar con esta pieza performativa y, ahora, con la exposición que se inaugura en las vitrinas del MUSAC.
La ciudad sirve de excusa para, por un lado, exponer la capacidad de contar que tienen las ediciones no convencionales y, por otro, explorar algunas cuestiones que nos preocupan, como habitantes del planeta, y en las que las instituciones artísticas están inmersas. Las condiciones de vida en los grandes núcleos urbanos, la contaminación y los espacios verdes que son de todas, la inmigración y la formación de comunidades, el racismo, las exclusiones generadas por el binarismo sexual, la gentrificación, la pobreza, la protesta, la disidencia sexual, la fiesta y la lucha... Son asuntos que aparecen reflejados en la performance, con la presencia de los libros que van formando el plano de una ciudad imaginaria, y que ahora, por primera vez, se convierten en instalación.
Esta exposición tiene dos formas de verse. En las paredes del museo, por supuesto, pero, sobre todo, en las mesas situadas frente a las vitrinas en donde cualquiera puede pasar las páginas y adentrase en las publicaciones. La performance sufre una suerte de congelación al quedar fijada pero lo que aporta esta instalación en el MUSAC es que el público pueda detenerse en las piezas bibliográficas, explorarlas, leer los textos que acompañan esta muestra y hacer suyas las historias además de crear las suyas propias. En este proyecto leer es la mejor manera de mirar pero, al mismo tiempo, la forma de leer muchas de las obras que aquí se muestran es mirando sus imágenes.
[Seguir leyendo] Te seguirá la ciudad: una historia contada con libros, fotolibros y no libros