El término "gitano" proviene de un error. Cuando los gitanos llegaron a Europa, se creyó que procedían de Egipto, por lo que se les llamó "egipcianos" (término que evolucionó a "egiptanos" y posteriormente a "gitanos"). En realidad, el pueblo gitano no procedía de Egipto, sino de las regiones del Punyab y Sindh (actuales Pakistán e India), de donde huyeron en el siglo XI por el hostigamiento de musulmanes gaznavíes y turcos. En su desplazamiento hacia el oeste, siguiendo la ruta de la seda, se mezclaron con comunidades indias asentadas en Persia y Armenia y adoptaron un modo de vida nómada. Se dedicaban al cuidado de las caballerías, la música, la adivinación, el arreglo de utensilios de metal en la forja y, sobre todo, al comercio local, vendiendo en ferias productos que habían adquirido en los lugares por los que iban pasando. Sus continuos desplazamientos levantaron las sospechas de las autoridades, que los culpaban injustamente de espionaje y, como a otras minorías, de los desastres naturales y de las epidemias que sufría la población.
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